Un pico, una pala y Roberto Firmino
Suele evaluarse el buen, o mal, rendimiento de un delantero por su cantidad de goles. Si un atacante marca muchos goles, es bueno, un crack. Se llevará todos los aplausos y será el mejor. Si un atacante no marca demasiados goles, pasará a ser criticado, cuestionado, se mirará cualquier detalle para crucificarle y se hablará de sequía goleadora.
Sin embargo, por suerte, hay vida más allá, hay más puntos de vista, y será este el punto de partida para hablar de Roberto Firmino, delantero brasileño del Liverpool. Un jugador que pertenece a ese selecto grupo de futbolistas catalogados como 'silenciosos'. Trabajadores de rendimiento impecable que sobreviven a la sombra de otros, a la sombra mediática de otras estrellas que a nivel popular se llevan más ovaciones.
Firmino es uno de los mejores delanteros del planeta, y no es casualidad. Un jugador que ha cambiado su rol las últimas temporadas por el bien del equipo. Sus cifras han bajado, seguramente, pero no su contribución, no su relevancia, no su importancia. No es casualidad, insisto, que sea uno de los fijos de Klopp en el once del Liverpool. Rotan Salah y Mané gracias al fantástico fichaje de Diogo Jota, pero Firmino sigue fiel a su profesionalidad, a tu trabajo. Con su pico, con su pala, moviendo rivales, atrayendo rivales y creando espacios. El trabajo duro, el que no se ve en los primeros planos, pero que es igual de importante (o más) que el de otros.
Y luego firma semanas como las que ha conseguido en los últimos días. Héroe en la trabajada victoria ante el Tottenham en el duelo de líderes (ambos llegaban empatados a puntos) que permitió a los de Anfield ser primeros en solitario. El jugador más destacado (con permiso de Mohamed Salah) en Selhurst Park ante el Crystal Palace. Una semana brillante con 3 goles que le permitió recibir el eco mediático a nivel goleador que últimamente parecía haber perdido.
Un delantero silencioso que trabaja en la sombra y que es capaz de brillar con luz propia cuando el contexto reúne las condiciones perfectas para ello. Firmino ha sido protagonista a nivel informativo por sus goles, por su fantástico rendimiento en la última semana, pero que viene a complementar un rendimiento menos valorado popularmente que en términos deportivos sí es valorado por Klopp. Por eso es tan importante, por eso parece omnipresente.
Uno de los mejores fichajes del Liverpool de la última década, pero que tampoco parece estar a la altura de otros focos mediáticos como ser uno de los defensas más caros de la Historia (van Dijk), uno de los porteros más caros (Alisson) o ser uno de los delanteros más goleadores del club (Mohamed Salah). Pero Firmino sigue ahí, fiel a su estilo, fiel al discurso que le reclama su entrenador. Y, de vez en cuando, es capaz de ser el héroe goleador.
El eco mediático es una especie de premio que rellena el tarro de ego personal del jugador, pero no le convierte en mejor, ni peor. Es la realidad que firma Firmino semana tras semana.