Rudi Garcia se la juega en el Napoli
El campeón del año pasado está muy lejos del rendimiento esperado en este inicio de temporada: las derrotas en casa ante Lazio y Fiorentina han hecho mucho daño y la confianza en el nuevo mister ya está muy deteriorada. La diferencia respecto a la sesión 22/23 es notable: 6 puntos menos en la clasificación que les colocan en la 5º posición, a siete unidades del primero este año, el Inter de Milán.
Está claro que los números no son buenos, pero lo que hace más daño son las sensaciones. El estilo de juego del técnico francés, más directo, ha creado desajustes a la hora de controlar y con el balón dominar ante sus rivales. La pelota ya no rueda con tanta velocidad como lo hacía algunos meses atrás y esto ha llevado a que Osimhen, Kvaratskhelia sean menos determinantes. Ni el nigeriano, ni el georgiano han logrado hacer jugadas destacadas hasta la fecha y se habla más de sus desplantes al mister que de sus jugadas.
Siendo justos, es normal que un técnico nuevo necesite tiempo para aterrizar en un equipo campeón diseñado por otro. Sin embargo, seguramente es menos normal quemar la confianza de tus cracks en tan poco tiempo. Y es que todos los hombres del tridente ofensivo han tenido algún gesto contra el banquillo en las últimas semanas. Ya sea tirar la chaqueta contra las sillas, mover las manos ostensiblemente contra la zona técnica o hacer comentarios en el campo, todos los futbolistas de ataque titulares de la escuadra ‘partenopea’ han tenido algún aspaviento contra preparador galo.
Con este ambiente, y tras la última derrota, la dirigencia encabezada por Aurelio De Laurentiis ha decidido tomar cartas en el asunto. Es necesario intervenir, estar más presente y valorar si el actual entrenador es el adecuado para afrontar el resto de temporada. De esa reunión en el parón de selecciones se decidió dar tres partidos más a Rudi García, si los resultados no son convincentes, tendremos relevo en la dirección del Napoli.