Historias para no dormir: el VAR
El Valencia caía eliminado de la Copa del Rey ante el Granada en un duelo que se decidió sobre la bocina, de penalti, y tras la revisión del VAR. Habréis leído y escuchado de todo. Absolutamente de todo. Y poco fútbol, me temo. Hay muchas realidades deportivas que ocurrieron anoche y que, me temo, quedan silenciadas por ese ruidoso y molesto pitido que genera toda la basura polémica.
El Granada no fue inferior al Valencia, incluso me atrevo a decir que superior. Lanzó más a portería. Tuvo dos ocasiones que lanzó al poste. Y marcó un penalti en el descuento que fue mano, sin duda alguna. Fue mano. Guste o no, fue mano. Ese penalti no estuvo mal pitado porque Jaume Costa tiene el brazo despegado y el balón golpea. Es indudable. Querer mirar hacia otro lado en esa acción es ser poco honesto, poco serio y querer negar la realidad.
Existen mil contextos más que narraron el desenlace del encuentro. Por supuesto. Pero el Valencia no cae en Los Cármenes por un 'robo', como dicen los sabios, no cae eliminado en Granada por culpa del árbitro, como repiten una y otra vez los cegados.
El Valencia cae eliminado de la Copa del Rey porque no fue superior al Granada. Punto y pelota. Tampoco fue demasiado buena su imagen ante la Cultural Leonesa, pero aquella noche la tanda de penaltis sonrió a favor, sopló el viento de cara y todo quedó aparcado porque pronto tocó seguir remando para esta nueva eliminatoria. Pero el torneo copero de este Valencia ha sido indigno del actual campeón. Ante el Logroñés cumplió, sin más, hizo los deberes y sirvió de primera toma de contacto. Bien. Pero ya sufrió ante la Cultural Leonesa y ya fue inferior ante el Granada.
¿Quieren pensar algunos alarmistas que viven de eso asumir la voz y lanzar el mensaje de que todo fue culpa del árbitro? Adelante, pero yo no dormiría tranquilo mintiendo.
Claro que hubo jugadas polémicas, como siempre, como en todos los partidos.
Claro que pensar en un salto en el aire con los brazos pegados va contra natura, pero la regla es clara: mano es mano. Y Jaume Costa hizo mano dentro del área. Penalti claro. Punto final.
Claro que el VAR tiene un vacío legal que nadie entiende y que sigue generando dudas después de dos años. ¿Por qué unas sí se revisan y otras no, por qué unas se pitan y otras no? Alguien debería dar la cara porque lo que llegó para cambiar el fútbol sigue generando debates absurdos que, además, se han convertido en un argumento putrefacto más para la poca higiene deportiva popular.
Pero, ¿qué tiene eso que ver con que el Granada te duplique en ocasiones de gol? ¿Qué tiene eso que ver con que los dos goles que recibe el Valencia sean regalos de Gabriel Paulista y Jaume Costa? ¿Qué tiene eso que ver con que Dani Parejo esté a años luz de su mejor nivel?
¿Duele caer sobre la bocina por un error propio? Claro, supongo que sí, pero esto es como si dos personas roban en un supermercado, te pillan a ti y tu única defensa es decir que el otro también ha robado. Amigo, amiga, que el otro haya robado no te exime a ti de culpa. El Valencia cometió errores, fue muy permisivo. De los 16 intentos de gol sólo 4 fueron entre los 3 palos. El Granada tuvo 9. Jaume hizo más paradas que Escandell. Los datos son los que son, y el Valencia (una vez más) tuvo muy poca defensa en los Cármenes.
El Granada fue superior. Quizás se trate de ilusión, de motivación. ¿Por qué el Valencia parece una potencia europea cuando llega a citas contra los grandes en Liga o Champions League y luego se minimiza cuando toca batallar contra equipos 'menores'? Para muchos será el VAR, pero el torneo del Valencia ha estado lejísimos de ser el esperado como la defensa de un título por parte del equipo campeón. Y el partido en Los Cármenes, pese a que el Valencia no hizo un partido desastroso, fue otro claro ejemplo de que el equipo no fue superior.
Ahora, que cada uno siga la línea que le apetezca. Aquellos que piensen en conspiraciones, en robos, en intereses, seguirán pensándolo, sin caer en las cifras, en los datos, en la bipolaridad valencianista esta temporada ante 'grandes' y 'pequeños'. El Granada fue superior y mereció el pase. La mano de Jaume Costa es penalti. El resto, historias para no dormir. Y yo, como cuando era pequeño, apago la tele porque quiero dormir tranquilo.
Bona nit.