¿Es Brendan Rodgers un buen técnico para el Manchester United?
La temporada del Manchester United está siendo, una vez más, decepcionante. Ni los espectaculares fichajes de jugadores como Cristiano Ronaldo, Jadon Sancho o Raphael Varane han conseguido que las sensaciones positivas ganen terreno a lo negativo.
El conjunto de Old Trafford está siendo capaz de lo mejor y de lo peor. Capaz de golear en el debut liguero 4-0 frente al Everton, de ganar 0-3 al Tottenham y de firmar una ilusionante tarde frente al Newcastle en la vuelta de Cristiano Ronaldo. Pero también capaces de lo peor, perdiendo en el histórico 0-5 en el Clásico frente al Liverpool, 0-2 en el derbi de Manchester ante el Manchester City, perdiendo en casa ante equipos como Aston Villa o West Ham o cayendo 4-2 ante el Leicester, o la dolorosa derrota del pasado sábado 4-1 frente al Watford.
Un curso deportivo que comienza a escribir páginas sobre un cambio de director en el banquillo. Las informaciones en las islas británicas ya laten, ya surgen, ya brotan. Se afirma que el Manchester United debería pagar 7'5 millones de libras por su despido y que varios de los integrantes de la junta directiva parecen haber colmado su paciencia. De momento, nada oficial.
Tampoco es oficial la relación de Brendan Rodgers. De momento, pura especulación, rumores y noticias en medios de comunicación que, parece ser, colocan al técnico irlandés como uno de los favoritos para hacerse cargo del equipo. No es el único. El francés Zinedine Zidane (viejo deseo del club, quien sigue sin equipo tras dejar el Real Madrid) también suena con fuerza, aunque algunas informaciones recientes apuntaban a que su pareja no estaría por la labor de vivir en Manchester y podría haber perdido peso para el puesto.
Colocándonos en un escenario utópico, ¿sería Brendan Rodgers un buen entrenador para el Manchester United? La respuesta clara, concisa y rápida es sí.
Sí porque ha demostrado con creces ser capaz de sacar provecho y beneficio de sus plantillas en equipos como el Celtic de Glasgow o Leicester. Su etapa en Escocia fue rotunda. Quizás tiene el 'pero' de que es considerada una liga menor, pero sus registros fueron demasiado positivos y exitosos como para dejarlos en el olvido. En Leicester ahora el panorama no es el mejor, pero ha devuelto a los Foxes al primer foco las últimas temporadas y ese es el legado que nadie debe reprimir.
Sí porque merece un proyecto grande. Al menos la oportunidad de hacerse cargo y transmitir sus conocimientos. Su etapa en el Liverpool no fue positiva, ni brillante, por ello dio el paso de entrenar en Escocia. Sin embargo, desde entonces ha madurado, ha crecido profesionalmente, ha conseguido logros importantes y sus últimos años son un argumento sólido y de peso para verle en Manchester.
Su ciclo en Leicester comienza a dar síntomas de estar llegando a su fin. Por los resultados de esta temporada, por las sensaciones que transmite el equipo y por cómo reacciona ante los rumores de su futuro. La sensación en los aledaños del King Power Stadium no es de confianza precisamente y muchos aseguran que su salida puede estar cada vez más cerca.
¿Sería una buena opción para el banquillo del Manchester United? En caso de confirmarse, habría razones interesantes para darle la oportunidad. Lo que parece claro y cierto es que los Red Devils necesitan un cambio ya, a corto plazo, antes de que lo que está siendo un inicio gris y decepcionante acabe convirtiéndose sin retorno en un fracaso total.