¿Para qué sirve realmente la victoria del Valencia ante el Levante?

El Valencia venció en el primer derbi valenciano de la temporada al Levante por 4-2. Un resultado que, objetivamente, en un contexto normalizado, no sería noticia más allá del triunfo casi esperado del conjunto de Mestalla. Pero eso sería en un contexto, reitero, normalizado. No el actual. No el que se está viviendo en la zona valencianista de la capital del Turia desde hace meses.

El conjunto de Javi Gracia firmó una importante victoria que desencadena, ahora, muchos enfoques. Enfoques de diversos modos. Enfoques desde muchos puntos de vista. Enfoques que irán orientados a la desvirtualización y, a su vez, al desenfreno. Ni una cosa ni otra. Calma. Tranquilidad. La misma calma y tranquilidad que debía existir justo antes del encuentro, cuando no había empezado la temporada.

Una goleada ilusionante, o al menos tranquilizadora. Pero una tranquilidad que debe ser controlada. El contexto es el mismo. Las llamas institucionales son las mismas. El incendio sigue. Las llamas siguen candentes. La indignación de una gran parte de la afición contra el máximo accionista sigue presente. Pero, ahora, con un 4-2 que moral y psicológicamente es un impulso tan importante y necesario como, además, inesperado. Es una realidad.

¿Quién esperaba que el Valencia fuera el primer líder de La Liga 2020/21? Muy pocos, por no decir nada. Pero es así. Y todo debe ser estudiado y analizado sin prisas, con calma, con los pies en el suelo, sin volverse loco. Sí, es el primer clasificado, es el primer líder, marcaron 4 goles, hicieron frente a 2 desventajas y consiguieron hacer frente a una situación adversa que (también es cierto) seguramente la pasada temporada hubiera acabado mal. Esa es la realidad deportiva, la palpable, la que han visto los valencianistas al abrir la primera página de su diario deportivo de cabecera. El Valencia es líder, y eso es algo real. Pero, insistimos de nuevo, calma.

Calma. Tranquilidad. Calma y tranquilidad porque el contexto sigue siendo el mismo. El club sigue en manos de un máximo accionista que ya ha dejado claro su discurso, que sigue sin fichar, que ha dejado salir a algunos de los grandes estandartes, que ha indignado de forma masiva a la afición, y que incluso Javi Gracia ya se ha preocupado de dejar clara su disconformidad en rueda de prensa.

Ni ahora son los mejores, ni antes eran los peores, que ya nos conocemos. ¿Sorprende ver al Valencia líder con la que está cayendo? ¡Claro! Cómo no. Pero son 3 puntos que, lejos de ser algo extraordinario, serán muy importantes a largo plazo. A corto plazo servirán para calmar las aguas interinas, para tranquilizar moralmente al vestuario, para unir al grupo y, a largo plazo, para firmar complementar el primer objetivo vital: la permanencia. Es raro afirmar que este equipo tiene como objetivo la permanencia, pero ¿no sería peor pensar que aspiran a Europa y, luego, cuando no lo consiguieran, clamar al cielo afirmando que es un fracaso? El Valencia, este Valencia lleno de dudas, de bajas importantes, que tiene en plantilla a futbolistas que pocos conocen más allá de la capital del Turia, debe asentar los pies en el suelo y ser realista. A partir de ahí, lo que surja.

Cada año parece que se comenten estas primeras jornadas como algo sin valor, como que todavía es pretemporada, que son casi amistosos por el estado de forma físico y deportivo de los jugadores. Y sí, es una realidad, están lejos de su mejor nivel pero, ojo, es oficial. Hay puntos en juego ya. Estos partidos ya tienen valor. Y luego ocurre otra cosa. A final de temporada, cuando los objetivos están cerca de cerrarse, concretarse, de ganarse o de perderse, llegan las quejas, las lágrimas y nadie recuerda los puntos perdidos en estas primeras jornadas. Por ello, uno de los puntos a analizar de esta importante (como sorprendente) victoria del Valencia es precisamente ese, que han conseguido 3 puntos importantes para la moral, para el aspecto anímico, para rebajar tensiones internas del vestuario, para unir más al grupo, para un objetivo de la permanencia que es realista respecto a las dudas que han provocado el contexto y la (desconcertante) planificación del club.

Son líderes. Es importante para la moral, para la ilusión del valencianista que ha vivido un año caótico en términos deportivos, pero ni son mejores ahora que antes, ni vuelven a ser aspirantes a Champions League, ni de repente han llegado 6-7 fichajes.

Ya lo hemos venido diciendo este verano en este blog. Javi Gracia es un entrenador mucho más preparado de lo que se sabía para muchos. El equipo no puede caer en el error de dejarse llevar por las dudas. Y, por supuesto, la temporada empieza de cero para todos. Para absolutamente todos. Y ahí es donde esta primera victoria debe analizarse de forma positiva, por supuesto, pero con calma, con mucha tranquilidad. Que nadie caiga en el error de que ahora son el mejor Valencia de la década.

Va a ser una temporada muy larga, pero evidentemente triunfos como este, marcando 4 goles, demostrando capacidad de reacción, con jugadores jóvenes, con líderes de vestuario que sí seguirán, ayudan al menos para ir minimizando la tensión social sobre la plantilla. El club, la institución, sus máximos accionistas, evidentemente, son otro tema. Otro delicado tema que, por desgracia, sigue ahí sobrevolando.