El Barça visita Mestalla lamiéndose aún la herida causada por la tremenda cornada que le dio el Granada en el Camp Nou. Los blaugranas no veían como el rival le remontaba un partido que iban ganando al descanso en el Camp Nou desde mayo de 2008, cuando el Mallorca se lo hizo al Barça de Rijkaard. Esa derrota puede ser clave en la lucha por el título y el Barça ya no depende de sí mismo. Seguramente los blaugranas solo serán campeones si ganan los cinco partidos que le quedan y el Real Madrid no gana uno de ellos. El primer duelo de estos cinco es la visita a un Valencia que mira aún de reojo la zona de descenso pero que tiene el gran aliciente de fastidiar las opciones ligueras de un rival al que le tienen ganas desde hace años. Sin Koeman -sancionado- pero con un Messi dolido en el orgullo, el Barça debería sacar orgullo y calidad para saber imponerse a un Valencia de mínimos.
