El partidazo entre Atlético de Madrid y Barcelona nos deja un pronóstico de Esteban Gómez, que tiene claro quien se llevará los tres puntos
Partidazo en el Wanda Metropolitano entre dos de los conjuntos más históricos del fútbol español. Y lo hará con un contexto seguramente inesperado, con un Atlético de Madrid que quiere seguir aspirando al título y con un Barcelona que cayó de forma sorprendente ante el Real Betis en casa. Un guión muy trabajado digno de gran película, de esas que se proyectan en prestigiosos festivales y que, seguramente, hará vibrar a los aficionados conocidos y neutrales que seguirán en directo el duelo.
El Barcelona perdió contra el Real Betis en la anterior jornada y seguramente sería un resultado inesperado. A partir de ahí pueden surgir dos puntos de vista y dos corrientes a seguir (esto de la bipolaridad popular funciona así desde hace bastante ya): el Barcelona está en problemas o el Barcelona está herido. Personalmente, seguro que me vinculo más a la segunda. Creo que su derrota frente al conjunto bético les añade una necesidad vital extra que antes no tenía y por ende en un rival mucho más peligroso. Evidentemente, el Barcelona es peligroso siempre. Seguramente tienen una de las plantillas más poderosas del fútbol español y de Europa, pero si llegan con exigencias inesperadas, con un estado de conmoción a rebatir, con la necesidad de ganar ante un potente rival y olvidar el tropiezo, creo que este contexto les convierte en más favoritos.
El Atlético de Madrid tiene una exitosa y rentable plantilla, pero existen diversos puntos y apartados deportivos que no están rindiendo como se esperaba esta temporada y ya ha creado más de una duda en su entorno. Evidentemente, no estamos ante el mejor Atlético de los últimos años, y ante un equipo de la calidad técnica y deportiva del Barcelona la lógica llama al triunfo visitante, al triunfo barcelonista.
¿Fácil? Como siempre digo en este tipo de encuentros. Seguramente no. El Atlético de Madrid es uno de los equipos que aspira a los grandes títulos cada verano y que ha acostumbrado al fútbol español y europeo a pelear hasta rondas y jornadas finales. Pero este Barcelona (que ya es poderoso en contextos naturales) tiene una carencia a cubrir, tiene una herida que curar, y un triunfo en el Wanda Metropolitano se presenta como la oportunidad perfecta para ganar en un estadio complicado, ante un rival que siempre genera batalla sobre el césped y para cerrar el anterior tropiezo y las dudas que ha podido generar.
Mucha suerte.