Iñaki Aval nos recomienda un pronóstico para la Liga Santander.
Después de una 21/22 donde, sorprendentemente, Osasuna se hizo más fuerte fuera de casa que en El Sadar, la 22/23 ha devuelto el pronóstico esperado para los de Arrasate. Con 12/18 puntos en estas seis primeras jornadas como local, el equipo navarro posee el quinto mejor ratio como anfitrión en la competición, bajo el estilo que le lleva acompañando las tres últimas temporadas más allá de resultados o rachas. Un fútbol pragmático, cometiendo pocos errores, siendo bastante directo para atacar y haciéndose fuerte especialmente desde su amenaza exterior con buenos laterales-extremos centradores en ambas bandas y desde su capacidad para ganar balones divididos o segundas jugadas que le permitan atacar con el adversario desarbolado. Un equipo que, además, maneja bien la ventaja por su solidez cuando repliega más cerca del área defendida por Sergio Herrera, donde destaca sobremanera la figura de un David García que reaparecerá tras cumplir ciclo de amarillas el pasado fin de semana. Eso sí, perderán por lesión a Ez Abde, en un momento dulce del escurridizo jugador formado en las inferiores del FC Barcelona.
La trayectoria reciente del Real Valladolid, por su parte, representa el mejor momento de la temporada para los de Pacheta, viniendo de cosechar las dos primeras victorias consecutivas en la 22/23. La primera, algo engañosa recibiendo al Celta (4-1), pero sustentada en el acierto de cara a puerta de un Sergio León que llega crecido. Y, la segunda, con apenas un 25% de la posesión y rematando dos veces entre palos, pero volviendo a lucir más eficacia (1-0) que una Real Sociedad que cortó así su mejor racha –ocho victorias consecutivas– desde que es equipo de la primera categoría del fútbol español. Turno ahora para que los vallisoletanos demuestren de qué pasta están hechos fuera de su feudo, donde solo se han llevado el gato al agua en su visita al Coliseum Alfonso Pérez de Getafe.