José Gavilán nos recomienda un pronóstico para los Juegos Olímpicos.
Después de un impresionante cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de 2004, Irak ha tenido problemas para tener un impacto en esta etapa, siendo incapaz de clasificarse en 2008, 2012 y 2020 y sufriendo la eliminación en la fase de grupos en 2016. Incentivado por las desilusiones anteriores, los “Leones de Babilonia” buscará impresionar en París, ya que llega al torneo de este verano tras quedar tercero en la Copa Asiática Sub-23 a principios de este año.
El entrenador Radhi Shenaishil ha reunido un equipo de 22 jugadores con pocos nombres conocidos para afrontar este torneo mientras busca progresar desde un complicado grupo que incluye tanto a Argentina como a Marruecos. A pesar de no ser favoritos para avanzar de ronda, Shenaishil puede sentirse reconfortado por el hecho de que 17 miembros de su plantilla juegan en equipos de la liga local, y esa familiaridad es potencialmente crucial contra sus poderosos oponentes en esta fase de grupos.
Iniciará su actuación en el certamen contra Ucrania, que se ha clasificado para su primer torneo olímpico de fútbol tras alcanzar las semifinales de la Eurocopa Sub-21 del año pasado. Aprovechando ese éxito, ganó el torneo Maurice Revello a principios de este verano, lo que significa que llega a este choque contra Irak con una racha de ocho partidos sin conocer la derrota (G6, E2).
Sin embargo, Ucrania no ha podido convocar a Mykhailo Mudryk porque el Chelsea quiere que participe en su pretemporada, mientras que el seleccionador nacional Ruslan Rotan ha optado por convocar sólo a dos jugadores mayores en su equipo: los relativamente inexpertos Maksym Talovyerov y Dmytro Kryskiv, aunque el primero sí compitió en la Eurocopa 2024 de este verano.
La apuesta recomendada es la de triunfo ucraniano.