Iñaki Aval nos recomienda un pronóstico para la Liga Santander.
El inicio de 22/23 del Girona fue digno de un equipo que se cree candidato a revelación en La Liga. Atrevido, con ritmo de juego bastante elevado y el desparpajo de unos jóvenes como Aleix García, `Taty´ Castellanos, Miguel Gutiérrez o un Rodrigo Riquelme que llega en un momento de plena dulzura. Con estos argumentos, el equipo de Michel compitió y puso contra las cuerdas la semana pasada al Atlético de Madrid. Incluso, haciendo héroe a Jan Oblak. Pero perdió, y la realidad reside en que suma tres jornadas y más de un mes contando sus partidos por derrotas, en duelos donde no ha dejado una mala imagen. Vaso medio vacío o medio lleno, según se mire. La clara identidad de un proyecto ilusionante han hecho que, pese a ello, no haya dudas en torno a un equipo que no debería sentir la ansiedad por sumar la victoria, porque ni mucho menos está jugando sin confianza.
El Cádiz, sin embargo, sí es un ejemplo de equipo que no pasa por su mejor momento. Con ráfagas de rebeldía, como mostró el pasado domingo ante un tímido Espanyol que se vio superado de inicio en intensidad, pero con muchos problemas para asumir la iniciativa y crear ocasiones, además de no mostrar la solidez de los primeros partidos con Sergio González. Es un plantel bastante limitado y mucho más previsible en plan que el Girona, más dependiente de poder especular con el resultado y, desde la gestión de la ventaja, contragolpear esperando ordenado a que llegue su momento. Mientras dure el 0-0, todo hace indicar que será un choque donde al Girona le toque llevar el peso, lo cual no es una mala noticia viendo sus fortalezas y su propuesta. Buena oportunidad para recuperar la senda de la victoria.