Vaya forma de decir adiós, Cristiano

Cristiano Ronaldo, a sus 37 años, está firmando sus últimos pasos como futbolista profesional. Una recta final de su trayectoria que parece estar emborronando sus magistrales años anteriores.

Desde su salida del Real Madrid, su dinámica parece haber estado descendiendo notablemente. Primero, en la Juventus, donde ya no firmó las históricas cifras que sí había conseguido en Madrid. Luego, en el Manchester United, donde, lejos de ser el delantero más determinante del mundo, lleva tiempo firmando muchas dudas, muchas polémicas y creando una imagen demasiado negativa como para ser considerado uno de los mejores futbolistas de la Historia.

Cristiano Ronaldo está firmando un adiós al mundo del fútbol polémico, negativo, repelente y nada adecuado. Y lo más significativo es que, en el fondo, no sorprende. El delantero portugués está siendo él mismo y lo está haciendo una vez más. Se está despidiendo 'a lo Cristiano'.

Es así. Cristiano Ronaldo es un futbolista egocéntrico, con una personalidad que tiene a lo repelente, egoísta, cuyas formas no parecen ser las más adecuadas en un 70% de las veces. 

¿A quién sorprende, entonces, que esté señalando (una vez más) a compañeros y profesionales cuando las aguas no son favorables a sus intereses personales? Cristiano Ronaldo, estoy seguro, lleva varios años dándose cuenta de que su batalla contra la perfección personal empieza a ser deficiente y su reacción, lejos de su asumir su nuevo rol, su nueva situación, es la de señalar que las causas son externas.

Cristiano nunca ha sido un ejemplo más allá de lo deportivo e incluso eso puede ser puesto en cuarentena si se le considera el mejor, puesto que hay otros que no sólo le pueden igualar, sino superar.

Nunca ha sido un ejemplo y ahora, cuando todo está acabando, su salida del fútbol está siendo firmada con una marca personal demasiado impertinente como para ser considerada de ejemplar. Es así. Habrá sido buen futbolista, uno de los mejores goleadores de la Historia, sí, seguramente, pero como persona jamás ha sido ejemplo de nada. Ni siquiera de eso que han querido vender de deportista con una gran capacidad de superación. 

Lo siento, pero no.

Cristiano Ronaldo está diciendo adiós al mundo del fútbol de una forma tan deprimente como preocupante, tan negativa como repelente y tan pobre como destructiva.

CR7 siendo CR7. Ni más ni menos.