VAR: la Premier League nuevamente como referencia
Me siento hoy frente al teclado para tratar un tema que tenía guardado desde hace tiempo. Una duda despejada después de más de un año. Hablemos del VAR en Inglaterra.
La implantación del VAR sigue generando debates, pese a que ya se ha implantado y normalizado de forma mucho más generalizada. De hecho, ahora se echa de menos cuando no hace acto de presencia. La semana pasada en Europa League, por ejemplo. Sin embargo, en los torneos que ya lo usan como herramienta para resolver conflictos en jugadas determinadas, parece que tiene criterios diferentes, o diferencias que llaman la atención porque se trata de la misma herramienta con los mismos objetivos.
Hablemos del VAR en España e Inglaterra. El fútbol español oficializaba la llegada de la tecnología la pasada temporada, mientras que el fútbol inglés a nivel liguero esperaría hasta el presente curso. Un año de retraso que pudo llamar la atención en su momento y que quedó aparcado, pero que no ha sido una temporada vacía, de espera. En los medios no se hablaba, pero la Premier League usó el curso 2018/19 para analizar, estudiar, observar y trabajar en la sombra. No iba a ser una implantación desde cero, ni en frío. No iba a ser un “esto es el VAR” y a jugar. No. No fue así. Y ahí recae una de las grandes diferencias que se están viendo esta temporada. Como siempre (¡vaya novedad!) Inglaterra trabajando bien, gestionando como nadie los recursos y ofreciendo una versión mejorada del VAR.
El pasado sábado, un ejemplo muy surrealista (como dije en Twitter) que privó al Tottenham del 0-2 en Leicester. Milímetros, o menos. Una uña, un cabello. No supe definir el espacio que privó a los londinenses del segundo, pero con la regla en la mano era fuera de juego. Personalmente me parece llevar la tecnología a una exigencia mayúscula. Me pareció ciencia ficción, primero, por la decisión y, segundo, por la rapidez.
Como he dicho líneas atrás la Premier League tanteó, estudió y analizó durante meses en silencio. Sin decir nada. Un trabajo en la sombra que ahora ofrece garantías y resoluciones mucho más efectivas.
No es posible, o parece surrealista, que una decisión de un gol, por ejemplo, en Inglaterra sean 10-15 segundos de espera y en España mínimo sea de 1 minuto. Incluso ha habido casos increíbles y casi ordinarios de decisiones tomadas tras 3 minutos. ¿Es normal parar un partido de fútbol tanto tiempo cuando en otras ligas dejan muy claro que en apenas segundos se resuelve todo? Y todavía hay más. Ya no es la efectividad y rapidez, sino las soluciones que ofrece, la puesta en escena. Uno ve una repetición del VAR en Inglaterra (con su imponente rapidez) y ya tiene a su disposición repeticiones con rayas que marcan el fuera de juego, planos con círculos que localizan la acción a revisar. No es que sean más rápidos, sino que en apenas segundos desvelan cualquier duda. En España no. Ofrecen muchas, demasiadas repeticiones, y da la sensación de que los árbitros del VAR están viendo lo mismo que los aficionados en directo, da la sensación de que no ofrece profesionalidad.
¿Es necesario tener a 4 personas en una habitación con muchas cámaras para acabar viéndolo en directo? ¿Qué hacen desde el momento en el que se precisa la activación del VAR hasta que se resuelve? Todo ello con planos a los árbitros del VAR, poniéndoles cara, dándoles protagonismo, haciendo un show televisivo innecesario, que aporta poco o nada y que probablemente retrase la decisión. En Inglaterra nada de eso. El VAR no se usa como parte del show porque su implementación es puramente deportiva y no para entretener. El VAR debe resolver decisiones dubitativas, y punto.
Inglaterra, la Premier League, como en la gran mayoría de casos, por delante una vez más.