Rodrigo, nuevo actor secundario del Manchester City
El Manchester City es uno de los proyectos más consolidados y potentes del fútbol inglés, europeo y mundial. La plantilla que tiene a su disposición Pep Guardiola es una de las más extensas y completas que existen actualmente. Eso provoca, entre otras cosas, que el técnico catalán siempre acabe encontrando soluciones excelsas para las situaciones y problemas que puedan surgir durante el camino deportivo del equipo.
Ya parecen habituales las rotaciones del técnico para tener en forma y frescos a la vez a muchos de sus pilares básicos. Sin embargo, también empieza a ser rutina que algún futbolista considerado secundario, que no se lleva los a priori grandes focos, acabe confirmándose como un nuevo jugador totalmente determinante.
Este año, uno de los candidatos, sin duda alguna, es Rodrigo. El centrocampista español se ha convertido en una demoledora pieza básica del esquema de, primero, Guardiola, y, segundo, del equipo. Más allá de su extraordinario rol en el centro del campo, siendo un fiel escudero de todo lo que ocurra en metros finales, ahora también ha conseguido instalarse en la llegada desde segunda línea para aportar (por si fuera poco) más peligro al ataque Cityzen.
Su disparo desde la frontal se ha convertido en un arma letal. Su poderío aéreo le permite marcar diferencias a balón parado intentando aprovechar centros de sus compañeros. Su fortaleza física le permite desarrollarse por prácticamente cualquier rincón del terreno de juego. En términos automovilísticos, un todoterreno, un 4X4.
Sigue sin tener el foco y el reconocimiento mediático de otros como Erling Haaland, Kevin De Bruyne o Jack Grealish, pero sí está entre los más determinantes del equipo. Desde la sombra que le ofrece y permite su posición en el terreno de juego, ofrece soluciones cada vez más positivas y fructíferas.
Es el nuevo complemento ideal para las aspiraciones del Manchester City. Considerado desde hace unos años como el sucesor de Busquets con España y en el mundo del fútbol, ha conseguido dar un paso más hacia adelante para ser considerado uno de los mejores centrocampistas del planeta. Su curso deportivo no echa por tierra las buenas palabras sobre su figura ni las grandes aspiraciones personales y colectivas que pueda tener.