¿Por qué no va convocado con España César Azpilicueta?
Es una pregunta que llevo años incubando en la cabeza. No es algo nuevo. No es algo que haya aparecido de la nada, sin más. De hecho, sí que es cierto que puede ser una de las primeras veces que lo expreso.
Alguna vez me he preguntado si es lo mismo pensar algo que expresarlo, porque parece que si no lo expresas es que no piensas en ello. El caso de César Azpilicueta entraría en ese tarro mágico del que os hablo.
¿Debería ir Azpilicueta a la Eurocopa con España? Saco esta pregunta a la luz en relación a un debate que tuvieron en directo en DAZN este pasado fin de semana durante el Crystal Palace-Chelsea. Es igual de curioso como de injusto. Es igual de triste como entendible.
Sigo de cerca la Premier League y al Chelsea desde que tengo uso de razón. Seguramente llegó antes el club londinense (aquel gol de Frank Lampard ante el Bayern de Múnich de Oliver Kahn fue el inicio) que el campeonato británico, pero cuando la pasión se convirtió en algo más que una afición, evidentemente, los análisis (y sobre todo sus historias) ganaron terreno a las bolsas de snacks y refrescos viendo partidos.
Azpilicueta es el defensa total. Es un líder nato. El ejemplo perfecto de polivalencia, del trabajo en silencio, de la profesionalidad absoluta y rotunda. Un futbolista excepcional. Y así podría estar dos o tres líneas más sin la sensación de estar exagerando ni estirando el chicle para intentar vender una moto de apariencia excepcional pero de motor gripado.
Quería escribir sobre esto porque siempre he debatido internamente sobre esto. ¿Por qué no se ha valorado nunca a Azpilicueta como se merece más allá de las islas británicas? Si preguntamos en los aledaños de Stamford Bridge seguramente nos hablen de uno de los mejores jugadores del Chelsea en las últimas décadas, un digno sucesor del capitán John Terry (esto son palabras mayores). Y tampoco creo que recibiríamos un discurso diferente si la misma pregunta la exponemos fuera de la capital.
Azpilicueta es uno de los mejores defensas de la Premier League y del fútbol europeo. Sin duda. De forma rotunda. No exagero ni siento que esté diciendo ninguna locura. Es un defensa que se ajusta a cualquier contexto, a cualquier escenario y a cualquier petición de los diferentes entrenadores. Esto último es extraordinario. Juega con todos los entrenadores que ha tenido en Inglaterra. De hecho, hace un par de temporadas fue de los pocos jugadores que disputaron prácticamente el cien por cien de los minutos.
De central, de lateral derecho, de lateral izquierdo, de carrilero. Incluso creo recordar que alguna vez se le vio temporalmente en la medular ante las bajas. Y siempre rinde. Siempre se ajusta. Siempre se complementa. Siempre se adapta. Todo ello en silencio, sin palabras altas.
Pero, ¿por qué no va convocado con España? Sí ha sido internacional. Si no hubiera ocurrido, entonces, sí sería algo incluso preocupante. No juega con el combinado español desde el 18 de noviembre de 2018, y fue en un amistoso ante Bosnia-Herzegovina. Insisto. ¿Por qué?
Tiene 31 años. No es ni mucho menos veterano. Su nivel es extraordinario en las últimas 3 temporadas y no es peor defensa que muchos de los nombres que han ido entrando y saliendo de las convocatorias internacionales durante estos años. No. Incluso creo que está por encima de muchos ellos.
Se me ocurren varias posibles explicaciones, pero son puramente subjetivas. Pura opinión.
Una de ellas es que juega en Inglaterra y tiene menor foco que otros. Esto lo pensaba otros años, ya que ahora entran en la convocatoria jugadores como Llorente, Eric García (un jugador que ni siquiera juega en su equipo, por cierto), Bellerín o Reguilón, por poner algunos ejemplos.
También pienso (y es mi argumento más sólido) que no juega ni en el Real Madrid ni el Barcelona. Juega "allí arriba", "lejos". "Nadie se entera". No hay polémica si se queda fuera, aunque esté firmando temporadas extraordinarias. El no estar sometido al foco de la prensa nacional española hace que no le expongan, que no llegue al público nacional, que no le sobrevaloren, que no le valoren, que no le señalen en campañas a favor o en contra. Está fuera del foco, y ahí evidentemente no miran los expertos (nótese la ironía) que manejan los hilos.
De todos modos, creo que puede llegar a ser positivo vivir en esa sombra mediática. Él juega (muy) bien. Es ídolo total de su afición. Es un ejemplo absoluto de profesionalidad, de jugador eficaz, productivo y silencioso.
Todo el mundo lo sabe en Inglaterra. Lo sabemos muchos que seguimos el fútbol inglés desde la distancia. Y, pese a que puede resultar injusto (entiendo que él querría recibir la llamada, o eso quiero pensar), lo cierto es que le beneficia estar fuera de ese foco vomitivo que lo exagera todo. Él es feliz en Londres, en Inglaterra, es valorado como en ningún otro lugar y se limita a hacer lo que mejor sabe.
¿Es injusto que no vaya convocado con España? Sí. Una afirmación de forma rotunda. Un error mayúsculo, pero al fin y al cabo es una decisión del seleccionador. Él sabe mucho más de fútbol que un servidor.