¿Por qué ha bajado el Leicester?
El Leicester no está cumpliendo expectativas. Tras firmar dos buenas últimas temporadas que hicieron recordar sus éxitos pasados, lo cierto es que los Foxes están muy lejos de alcanzar los objetivos deportivos marcados.
Su sensación no es mejor. Un equipo prácticamente idéntico al del curso pasado (que fue capaz de clasificarse para Europa) que se ha instalado en tierra de nadie demasiado pronto, lejos de la meta final. Fuera de la pelea directa por el título (actualmente a 14 puntos del líder, Chelsea) y a cinco puntos de puestos europeos (los marca ahora mismo el Arsenal), lo cierto es que la dura y cruda realidad es que deben mirar en mismos términos hacia arriba como hacia abajo.
Pero, ¿qué ha pasado? ¿Qué ha ocurrido con este equipo cuya base parece ser la misma?
Puede analizarse de forma conjunta, como colectivo, como equipo, pero las claves aparentes se erigen en términos individuales.
Jamie Vardy (pese a ser segundo máximo goleador del torneo) no tiene la mordiente goleadora de otros años. De hecho, actualmente, no marca desde el 16 de octubre y el Leicester nota notablemente la irregularidad de uno de sus capitanes y referentes.
Otro nombre a destacar es el de Iheanacho. Su trayectoria nunca ha destacado por ser brillante, ni totalmente determinante. Sin embargo, la pasada temporada sí firmó grandes cifras, sí vivió un extraordinario estado de forma y fue el gran héroe del equipo en la recta final de curso. Este año, esta vez, ha vuelto a su versión light y su aportación está siendo baja. Suma cinco goles, de los cuales tres han sido en Europa League.
Maddison tampoco parece estar a la altura. De hecho, se ha convertido en la viva imagen de la irregularidad con el paso de los años. Un caso de futbolista que pertenece al selecto grupo de magos que ofrecen su magia a cuentagotas. Una magia que cuando aparece es la delicia más dulce para sus aficionados, pero que no se convierte en rutina y el apartado gris gana terreno a la luz. Esta temporada, además, se ha acentuado su pobre aportación. Un mago menos.
En defensa también hay novedades, ya que dos jugadores como Soyunku y Fofana han dado un paso atrás. Uno (el francés) por lesión. El otro por motivos deportivos. Soyunku ha bajado su nivel, ya no es el central firme y de garantías que le ha permitido ser considerado uno de los mejores defensas del campeonato. Fofana sigue lesionado, sigue sin tener protagonismo y, aunque no sea culpa suya de forma directa, su ausencia ha sumado a la baja del colectivo.
Barnes es una de las noticias más positivas del Leicester en los últimos años. Pero su temporada tampoco está siendo todo lo positiva que se esperaba. La joven perla inglesa ofrece sensaciones muy lejanas a su máxima determinación. Su protagonismo ha decaído y puede ser un factor más a sumar en los metros finales del equipo.
Brendan Rodgers está inmerso en un debate mediático que le coloca en el Manchester United a corto plazo y en las últimas semanas el rumor se ha convertido en tema casi omnipresente en las ruedas de prensa. De hecho, algunas voces autorizadas afirman que incluso puede estar pensando más en su futuro que en su presente en el Leicester.
Son demasiados casos individuales. Un conjunto de claves y argumentos que, evidentemente, han acabado afectando al colectivo del equipo y que deben verse como un conjunto.
El paso atrás del Leicester es una realidad incontestable.