Mercado de fichajes 2020/21, ¿un nuevo punto de inflexión?
El año 2020 siempre será recordado por el coronavirus, por sus tristes consecuencias, por sus medidas, por las situaciones domésticas que vivimos quedándonos en casa y por esa sensación entremezclada entre sorpresa, miedo e inexperiencia. 2020 será el año del coronavirus, muy seguramente. Una enfermedad que adquirió el grado de pandemia y de problema global, y que evidentemente tuvo decisiones contundentes en materia deportiva.
2020 iba a ser el año de la Eurocopa, de la Copa América, de los Juegos Olímpicos, del Liverpool de Jurgen Klopp. Todo ello con las resoluciones de las grandes ligas, con las grandes citas europeas a nivel de clubes. Iba a ser un año intenso en términos deportivos.
Pero de repente, llegó la enfermedad. Y con ella, las decisiones. Una detrás de otra. Un efecto dominó que comenzó con la primera decisión de todas. Todas las organizaciones conscientes de la enfermedad, de la situación, pero ninguna parecía querer dar el primer paso para que no se les etiquetara de “alarmistas”. Pero ocurrió. Primero, la Eurocopa. Y luego, el resto. Tanto a nivel continental y mundial, como a nivel doméstico con las diferentes ligas de fútbol. Todo parado. Todo paralizado. La prioridad cumpliendo la lógica. La salud ante todo. Un contexto nuevo para todos, para todas, en el que la lentitud de muchas decisiones han sido provocadas desde la inexperiencia de una situación nunca antes vivida por las generaciones latentes ahora mismo en el planeta.
Existen casos históricos, sucesos que marcaron a nivel de salud la historia de la Humanidad, pero todas parecían alejadas en el tiempo, como de otros tiempos en los que no existían métodos sanitarios tan avanzados, en los que no existían los avances médicos y organizativos de la actualidad. Por ello, partiendo de ese relax, todo ha llegado de repente.
A partir de aquí, otra posible consecuencia. En términos futbolísticos se presenta un verano diferente. Por un lado, posiblemente, confiando en que para los meses veraniegos todo esté más controlado, más relajado, estarán las grandes ligas queriendo finiquitar sus actuales temporadas. Por otro lado, el mercado de fichajes. El omnipresente y clásico mercado de traspasos entre clubes.
Una consecuencia que llegará cuando todo esté controlado, pero que también podría provocar un nuevo punto de inflexión a niveles futbolísticos. La crisis provocada por el coronavirus ha tenido consecuencias sanitarias, sociales, pero también económicas, y como empresas que son, los clubes de fútbol también están recibiendo la situación con cierta alerta, preocupación y con un clima de dudas que muchos aseguran que podría verse reflejado en el próximo mercado de fichajes.
Los últimos veranos el mundo del fútbol ha vivido en un contexto desvirtualizado, casi prostituido, en el que se pagaban insultantes cantidades de dinero por futbolistas. Unos, estrellas mundiales; otros, un escalón por debajo, pero también preocupantemente caros.
Los expertos ya aseguran que el próximo mercado de fichajes tenderá a la baja, tenderá a recuperar una normalidad perdida y añorada desde hace años. Las consecuencias económicas del coronavirus podrían ser la primera piedra en el camino de la recuperación ética del mercado de fichajes. Aseguran que podrían verse minimizadas las grandes cifras, los grandes traspasos, los multimillonarios (e históricos) precios pagados por jugadores.
Así, pues, puede que el coronavirus pueda estar preparando otra consecuencia en el ámbito deportivo. Tras las suspensiones y aplazamientos de los grandes eventos deportivos del mundo por la importante situación que está viviendo el planeta, parece ser que el próximo mercado de fichajes podría unirse a esta tendencia de rebajar el ritmo general que se está viviendo a continuación. Una marcha menos en el trayecto que está bajando los niveles en muchísimos aspectos de nuestras vidas. Y el fútbol, como parte de la rutina de millones de personas en el mundo, también puede estar ante un escenario que no se vivía desde hace mucho tiempo.