¿La mejor Liga del mundo?
La jornada se nos presentaba emocionante: buen partido el viernes para abrir boca, un Sábado emocionante rematado por un derbi madrileño, un Domingo más mediocre que bueno, si, jugaba el Valencia, buen partido para cerrar entre Athletic y Villarreal y tal y, para el lunes, ese partido que ni fu ni fa, el típico que sólo nos vemos los enfermos por éste deporte. Nada más lejos de la realidad.
El partido que pintaba a emoción, goles y duelo continuo, se pasó más de 70 minutos sin que sucediera absolutamente nada. De la decepción del Girona-Real Sociedad pasamos al Sábado, abierto por el que debería haber sido el más flojo de los cuatro encuentros. Con el 4-1 del Getafe al Alavés podíamos pensar que el día sería emocionante y la emoción duró lo que tardó el Barsa en saltar al césped de Butarque. Desde ese momento, cuatro y cuarto de la tarde, trescientos setenta y cinco minutos largos de pura desesperación. El único aliciente posible es el sentimiento de unos colores que, siendo objetivos, ninguno de los 6 mereció vestir la tarde del Sábado.
El Barsa, juega feo. Juega feo y eso es impepinable. No hay tipo normal que sea capaz de ver un partido del Barsa y no desconectar. Muy del equipo o muy del deporte hay que ser para, no ya disfrutarlo, sino simplemente soportarlo. Los 3 goles que le caen al Leganés son completamente desproporcionados para el fútbol visto. La visita al dentista más injustificada en mucho tiempo. Aburridísimo.
El Sevilla no juega a nada. No juega a absolutamente nada. Pero es que el Celta, tampoco. El año pasado ambos clubes ofrecían un fútbol que enamoraba y que todos disfrutábamos. Hoy se han convertido en una escopeta de feria andante infame que difícilmente es capaz de cerrar un partido. El que protagonizaron el Sábado es clara muestra de ello.
Pero sin duda ninguna, la decepción máxima fue el derbi. El Madrid no tuvo ni una ocasión clara de marcar y las dos que tuvo el Atlético parecían disparadas por el enemigo. 90 minutos largos de imprecisiones, errores, patadas, falta de fondo físico, apatía y más miedo que vergüenza. Servidor de lo malo está contento, pero el madridista medio debería sentirse robado, porque “el mejor” del partido fue Borbalán. Ya se lo hizo saber Isco sin contemplaciones.
La cosa remontó un poquito con un duelo por todo lo bajo. La visita del Depor a Málaga nos dejó un duelo bonito, aguerrido, con goles, con intercambio de golpes. Vamos, fútbol. Divertidísimo. Incluso con los goles más feos de la temporada.
Parecía ir a mejorar con un Valencia que el propio Marcelino decidió mermar y que de la merma, casi tiene que salir a pedir perdón, pero tampoco. Ganar partidos como un grande tiene lo bueno de ganar y lo malo de aburrir.
Tampoco remontó con la visita a las Islas. Un Levante sin excesos fue suficiente para ganar a una Unión Deportiva que se hunde en su miseria. Típico partido que sirve de relleno para cubrir los 10 por jornada.
El Domingo se cerraba con la visita del Submarino a San Mamés en lo que parecía que sería un colofón de lujo para una gran jornada y acabó siendo otra ignominiosa obra maestra donde ninguno de los dos quiso ganar, pese a que ambos tuvieron la oportunidad en sus manos.
Dejamos para el Lunes otro de esos partidos que la gente normal no ve. Fútbol para enfermos. El puente que conecte la jornada de Liga con la de Champions. Nada más lejos de la realidad. Posiblemente la visita del Betis a Ipurúa haya sido el mejor encuentro de la jornada. Ocasiones, disputas, goles,… para el observador imparcial, una gozada de encuentro.
Messi, Iniesta, Aspas, Maxi Gómez, Cristiano, Modric, Benzema, Griezmann, Correa, Koke, Saúl, Parejo, Williams, Bacca, Bakambu… si no se hubieran vestido de corto nadie se habría dado cuenta, porque se les echó más de menos de lo que se hará con Italia en el Mundial.
Dejas de mirarte el ombligo y levantas la cabeza, te encuentras con una pedazo de tierra flotando allende el Mar Cantábrico, cerquita del Mar del Norte; dicen ser los inventores del fútbol. Les das una oportunidad y pasas un fin de semana viendo sus partidos. Emoción, goles, choque… fútbol de verdad. Manchester y sus dos colores, su historia y su falta de ella, sus estilos contrapuestos. Londres y los no tan nuevos ricos que antes fueron pensioners, el gallo con la cresta más blanca jamás vista y los gunners, eternos cuatreros pistoleros. Liverpool, donde ya no son 4 y ya no se dedican a dar el cante. Unos zorros que una vez dieron un zarpazo y tendrán historia que contar a los nietos de sus nietos. Ir a jugar a casa del último clasificado y que te quiten hasta los pantalones. ¿La mejor Liga del mundo? Puede que Francia o Alemania no representen una amenaza. Puede que a Italia aún le quede una buena limpieza para hacer frente a España. Pero hay una tal Inglaterra, inventora de éste deporte, que discrepa. Y lo hace abiertamente. Y, jornadas como la vivida este fin de semana, le dan la razón.