La Liga: tras el fiasco, la reacción

Es una realidad. Este verano el fútbol español debía dar un paso adelante tras haber firmado una de las peores temporadas de la última década. Tanto a nivel doméstico como continental. Tanto a nivel nacional como europeo. La Liga vivió un duro golpe en favor de una Premier League que fue la gran protagonista del pasado curso deportivo.

El poderío del fútbol inglés ya venía de años atrás, aunque muchos sabios lo negaran y acabaran acudiendo al argumento de marca blanca del “¿Y quién fue el campeón?”. Esta vez no había ni hay excusas.

La Premier League vivió una de sus mejores temporadas con un título que se resolvió en la última jornada y una batalla por puestos europeos que duró hasta las jornadas finales, y en Champions League todo quedó mucho más claro cuando el Liverpool se proclamaba campeón ante el Tottenham en una Final inglesa. Todo ello sumado a una Europa League que vivió términos muy similares con el Chelsea proclamándose campeón en la Final ante el Arsenal. Y ahora, en unas semanas, con una Supercopa de Europa que volverá a tener protagonismo inglés. No hay color. O sí, el inglés.

La Liga, por su parte, fue una de las más descafeinadas que se recuerdan. Uno de los torneos menos emocionantes respecto al título, con una irregularidad muy notable y que sólo mejoraba tal y como se bajaban en los puestos de la clasificación. A lo que se le sumó una decepcionante participación de sus equipos en torneos europeos.

Estaba claro y parecía sencillo: el fútbol español debía reaccionar. Y así está ocurriendo. Al menos con los grandes equipos, que están moviendo el mercado de forma muy notable y que están firmando algunos de los grandes fichajes del verano. Griezmann al Barcelona, Hazard al Real Madrid o Joao Félix al Atlético. Los más mediáticos. Traspasos estratosféricos a golpe de talonario. Fichajes que refuerzan sus respectivas plantillas con jugadores aparentemente de gran calidad. Todos ellos respaldados con fichajes de menor calado mediático que están firmándose y haciéndose de forma oficial en el resto de equipos del fútbol español convirtiendo a La Liga en el torneo que más dinero está invirtiendo en este caluroso verano de 2019.

No les queda otra. El protagonismo inglés fue total, absoluto, casi autoritario y su respuesta ha sido firme desde los inicios del mercado. El reto del fútbol español para la temporada 2019/20 es recuperar el terreno perdido en Europa y recuperar un brillo doméstico que quedó en entredicho la pasada campaña. Grandes fichajes, fichajes muy interesantes, plantillas que están firmando nombres relevantes, conjuntos que llevan semanas reforzándose con esa ilusión innata del que sabe que todo está por delante, que todo está por llegar. Ahora, en verano, cuando nada ha comenzado, cuando todo está por decidir, cuando todos los equipos tienen las mismas opciones que el resto. Ese justo momento en el que soñar es gratis y todo es posible. Fichajes que hacen soñar, que crean mariposas en el estómago, que poco a poco empiezan a formar nuevos proyectos.

Es una realidad. Había un problema que solucionar en el fútbol español tras una pobre y gris temporada. Y lo están intentando. Al menos están realizando movimientos para revertir la situación y volver a reinar en casa y en el viejo continente.

Por otro lado, el fútbol inglés está firmando todo lo contrario. Verano más tranquilo de lo habitual a nivel de fichajes en un campeonato británico que siempre ha llevado la manija a nivel de gastos e inversiones. Quizás un error creyendo, queriendo creer, que tras el éxito no hay que seguir esforzándose. Evidentemente, su temporada pasada fue fantástica, pero es cierto que el verano en las islas está siendo muy tranquilo, con pocos grandes fichajes, con equipos que deben revolucionar sus plantillas y que (de momento) no están llevando a cabo grandes movimientos.

El verano de la reacción del fútbol español. Es una realidad.