Jorginho: una maestría para el Chelsea
Jorginho podría ser nombrado perfectamente el mejor lanzador de penaltis del mundo actualmente. El centrocampista del Chelsea ha sabido instaurar en Stamford Bridge su autoridad plena desde los once metros. Su porcentaje de acierto enorme. Su capacidad para no errar desde el punto fatídico le permiten ser casi un seguro de vida.
Sobre todo en el Chelsea. Sus cifras son excelsas luciendo la camiseta del conjunto londinense, aunque, es cierto, no tuvo un buen año 2021 como jugador internacional italiano. Sin embargo, pese a ello, sus cifras goleadoras desde el punto de penalti le permiten ser, con diferencia, el mejor lanzador en esta faceta.
Además de su puntería, su estilo. Su forma de lanzar se ha convertido formalmente en marca personal. Su carrera hacia el balón, su particular salto previo al golpeo y su, claro está, fantástica gestión a la hora de tomar decisiones. No sólo marca. No sólo se ha convertido en un pilar básico a balón parado. Sino que lo hace con su particular estética para, también, marcar la diferencia respecto al resto.
Con el Chelsea firmó en 2021 un extraordinario 100% de efectividad. Lanzó ocho, marcó ocho. Acierto total y absoluto. Un auténtico líder. Un seguro total a tener en cuenta en todos los campeonatos que, evidentemente, se ha convertido en pieza clave y vital para el proyecto de Thomas Tüchel.
Sin embargo, con Italia las cifras varían notablemente. Es curioso, pero las diferencias son enormes. Como internacional transalpino, sólo marcó uno de cuatro intentos. Un 25% que contrasta muchísimo con el 100% del Chelsea. Y el contexto no era cualquiera, ya que los fallos sucedieron en encuentros importantes para el combinado azzurro.
Sus cifras goleadoras en Premier League, además, le han permitido cerrar hitos importantes. No sólo tienen relevancia sus cifras, sino que adquieren contextos históricos. Los 14 goles logrados en 2021 le permitieron convertirse en el máximo goleador del campeonato en un año natural. Nunca. Nadie había marcado 14 tantos desde el punto de penalti y el mediocentro brasileño consiguió firmarlo.
Jorginho llegó con Sarri y algunos afirmaron que podría dejar el Chelsea tras el adiós del técnico italiano. Pero no. No sólo se quedó, no sólo continuó en Londres, sino que ha aumentado su caché, su estatus dentro del vestuario y es, de forma clara, una pieza clave del puzzle Blue en todos los campeonatos. Si a eso se le suma su rendimiento con Italia, el resultado no sorprende: France Football le eligió en la pasada gala del Balón de Oro como tercer mejor futbolista del mundo.