El título inesperado del Manchester City
El Manchester City podrá disputar finalmente la próxima edición de la Champions League. Primero, evidentemente, porque lo ha conseguido con sus méritos deportivos y, segundo, sobre todo, porque la sanción de la UEFA por incumplir el Fair Play financiero ha quedado en una reducción enorme de los castigos por parte del TAS.
La inicial sanción de dos temporadas sin disputar torneo continental y la multa económica de 30 millones de euros ha quedado, finalmente, en anulación de las privaciones competitivas en Champions League y una reducción de 30 a 10 millones de euros. Sin duda alguna, una muy positiva noticia para los intereses Sky Blues.
Una noticia que ha caído como agua de mayo, pese a estar ya metidos en mitad de julio. Una reducción de la sanción que ha cerrado un incendio que muchos aprovecharon para lanzar sus mensajes ofensivos sobre el proyecto, sobre la figura de Pep Guardiola y sobre la supuesta (porque pocos los entendemos así) prepotencia del club por basar su proyecto a nivel económico. Odio. Mucho odio hacia el Manchester City durante los últimos años, pero desde el pasado mes de febrero el tema se acentuó al saber (sus enemigos) que la UEFA podría darles un duro golpe.
Pero no. Finalmente, no, no ocurrirá, y ese odio, esos comentarios negativos, han acudido uno por uno a la lista de espera de un karma que ha actuado contra ellos. Ahora, claro, todos aquellos que exponían a los cuatro vientos la "buena" noticia catalogan ahora como "injusto" el movimiento del TAS. La decisión de la UEFA era buena. La del TAS, claro, mala. El odio que creó aquel histórico Barcelona de Guardiola hizo mucho daño, creó muchas inseguridades, instaló muchos complejos, y muchas de esas personas siguen sin asumirlo. Entonces, cualquier noticia negativa sobre Bayern de Múnich, hace unos años, o Manchester City, ahora, era celebrada por el simple hecho de ver al técnico catalán bajo mínimos.
Pero no. Insisto, no. No pasará. El Manchester City jugará la próxima edición de la copa de Europa por méritos propios, primero, y por la decisión del TAS, segundo. Las masturbaciones mentales (por ser finos) que muchos han estado haciéndose durante estos meses con la posibilidad platónica de que el City cayera, de que el proyecto se desmoronara, a parte de ser mentira, ha acabado en nada, siendo estériles. Seguramente como esos tocamientos. Han quedado en eso, en satisfacción temporal, pero sin consecuencias mayores.
Y no. Ni con la oficialidad de la sanción hubiera caído el proyecto. Afirmar que este Manchester City podría haber caído es hablar desde la más pura ignorancia, desde la más natural falta de conocimientos. Quizás sí hubiera habido consecuencias. Negarlo hubiera sido precisamente eso, ser ignorantes, pero pensar en la demolición del proyecto sería utópico.
El Manchester City es mucho más que grandes fichajes. Los que se quedaron esa etapa van, perdónenme, con varios años de retraso. El City es uno de los proyectos más sólidos del mundo. Es uno de los mejores ejemplos de gestión de club. Las enormes inversiones son reales, pero han ido más allá de los refuerzos a nivel deportivo, sino que han invertido muchísimo dinero en sus instalaciones (tanto Etihad Stadium como ciudad deportiva), en el refuerzo de su cantera, en el trabajo interno del club para facilitar al máximo el trabajo de los futbolistas en el día a día, en el departamento de comunicación, o en el tema de las redes sociales, entre muchos otros ejemplos.
Esta victoria institucional, eso sí, no debe ocultar el error. La sanción impuesta por la UEFA ha tenido una base sólida que deben tener en cuenta para el futuro. Pero la realidad es la que es. El Manchester City no será sancionado a nivel deportivo. Sí a nivel económico, pero reducida de forma notable. Y el deseo de muchos de ver al club de Manchester hundido ha caído por tierra, se ha ido al garete. Salen muy reforzados tras la decisión del TAS. Jugarán Champions League, tendrán la motivación europea para reforzar su proyecto de cara a posibles fichajes e intentar volver a plantar cara en terreno doméstico frente a un Liverpool que ha barrido totalmente al resto en Premier League.