El Manchester City nunca hará nada bien
Escribo con calma por varias razones. Primero, para ver si habiendo dejado algunas horas (incluso días) cambiaba de idea, o no. Segundo, porque quizás habiéndolo hecho en caliente podría haberme expresado peor.
El Manchester City disputará las Semifinales de la Champions League y se enfrentará al Paris Saint Germain en una eliminatoria que entremezcla la sensación de ver a dos equipos del fútbol moderno, modificados desde el exterior económicamente, y por otro lado las ganas de saber que son dos megaproyectos del fútbol europeo. Son dos posicionamientos, dos contextos diferentes, pero no incompatibles. Por ello, muchísimas ganas de ver cuál de los equipos será capaz de alcanzar la Final de Estambul.
Como digo, los de Pep Guardiola son semifinalistas y tengo la sensación de que no se valora. No se les valora al menos como se debería. He escrito más de una vez sobre ello, pero me sigue pareciendo tan injusto como aburrido criticar a este equipo.
Ocurrió cuando el equipo del Etihad Stadium certificaba su clasificación venciendo en Dortmund al BVB del mediático Erling Haaland. Y me ocurrió también al día siguiente cuando compartí una imagen de Rúben Dias realizando su marcaje al delantero noruego del Dortmund. Estoy convencido de que volvería a pasar si ahora mismo dejo de escribir estas líneas y me posiciono públicamente a favor de ellos.
Se les infravalora. Se intenta desprestigiar su exitoso camino. Se intenta echar por tierra cualquier mérito que consigan. Y, ya os adelanto, ocurrirá exactamente lo mismo si consiguieran ser el próximo campeón de Europa.
Tienen mucho dinero. Muchísimo. Lo tienen casi como castigo. Lo sabes. Lo sé. Lo sabemos. Y, evidentemente, ellos también lo saben. Pero que eso no nuble la vista en el exterior. El Manchester City no ha conseguido el éxito sólo por el dinero. El dinero es la base, pero hay detrás una de las mejores organizaciones que se han visto en la última década.
Es por ello que me sigue pareciendo injusto que se base en el dinero para desprestigiar cualquier éxito, consecución y logro que firmen. Parece que no tiene mérito que estén en Semifinales. Parece que tener a un jugador como Rúben Días en sus filas no tiene demasiada relevancia.
Todo lo resumen en el dinero. El "Ya, pero..." se ha convertido en una peligrosa tendencia cuando entran los análisis personales del Manchester City. Si consiguen ganar la Champions League se dirá que "Claro, con todo el dinero que tienen..." o, por ejemplo en el caso de Rúben es "¿Cuántos millones de euros se han gastado en defensas hasta que han acertado?". Y así siempre.
Y, ojo, que es verdad. Es cierto. Los argumentos económicos existen y son muy válidos, pero cuando se usan para desvirtualizar, para desviar la atención, para intentar desprestigiar, no me parece válido.
Uno sigue de cerca la actualidad Sky Blue y se da cuenta que el club es mucho más que dinero, que su día a día va más allá de las enormes cantidades de dinero. El dinero hay que saber usarlo, hay que saber manejarlo. El Manchester City tiene unas instalaciones de primerísimo nivel, un gabinete de comunicación referencia a nivel mundial en redes sociales, unas herramientas de trabajo con las que (cuando uno lo ve y se da cuenta) evidentemente se entiende a la perfección por qué Pep Guardiola ha encontrado su lugar perfecto para entrenar.
Si el dinero es la excusa, ¿por qué nadie se fijó y pujó por Rúben Días el verano pasado? Si tan fácil era, ¿por qué nadie más pujó por sus servicios? ¿Por qué fue Guardiola quien decidió que era el defensa ideal? Es muy sencillo de explicar: trabajan muy bien. Y eso, damas y caballeros, va más allá del dinero.
¿Cuántos clubes europeos tienen enormes cantidades de dinero y no ganan títulos todos los años? Evidentemente, el capital de países árabes marca la diferencia, pero tampoco seamos ahora hipócritas. Todos conocemos equipos que han gastado cientos de millones de euros en la última década y sus resultados deportivos han estado muy lejos del rendimiento del Manchester City.
"Es que no ganan la Champions". Claro. Y 30 equipos más. Todos los años. Todas las temporadas. Pero nadie habla de ellos. Parece que sólo cae eliminado el Manchester City de Pep Guardiola (curioso eso de que se añade al técnico catalán cuando pierden, y no cuando consiguen éxitos).
Es tan injusto como aburrido. Es tan surrealista como denso. Siempre lo hacen mal. Siempre "fracasan". Pero millones de personas acuden a sus partidos semanal, mensual y anualmente. Y eso, damas y caballeros, no es casualidad.