¿Debe seguir Ronald Koeman?
El Barcelona no desaprovechó la oportunidad de volver a las andadas. En Sevilla, en la Cartuja, el conjunto catalán firmó un encuentro prácticamente perfecto para sellar su título copero goleando a un Athletic Club que sucumbió de principio a fin. Un auténtico golpe sobre la mesa. Sobre todo en un segundo tiempo que determinó el marcador final y se tradujo en los 4 goles de los azulgranas.
Y a partir del triunfo, las celebraciones, las declaraciones post-partido en plena ebullición emocional, las imágenes de felicidad y algunos debates que han ganado peso mediático e informativo. Algunas interesantes, de hecho.
Más allá de la omnipresente cuestión sobre el futuro de Leo Messi que parece estar destinado a tener desenlace muy cercano (sigue sin renovar y debe decir sí o sí si se marcha o continua) la otra gran incógnita tiene en la figura de Ronald Koeman la otra gran pregunta sobre el proyecto 2021/22 del Barcelona.
La etapa del técnico neerlandés en el banquillo local del Camp Nou ha sido una montaña rusa con línea ascendente. Es cierto que fue cuestionado. Es cierto que su trayectoria no había sido bien recibida más allá de ese aura especial con el que llegó recordando y rememorando su histórico gol en 1992 que le dio la copa de Europa. Sí, era una leyenda del club como jugador. Sí, aquellos recuerdos eran bonitos para la parroquia culé. Pero, ¿cómo funcionaría como entrenador?
Ya llegó con alguna que otra duda. Dudas, preguntas, que eran alimentadas por el incendio institucional, deportivo y social que vivía el club. Su llegada parecía crear más incógnitas para la hoguera que soluciones para amainar el incendio.
Los resultados del equipo no fueron del todo positivos en el primer tramo de temporada. Pero lo cierto es que la dinámica deportiva fue de menos a más, fue ascendiendo, mejorando, hasta llegar al final de temporada con una nota académica muchísimo mejor de lo esperado.
Eliminados de la Champions League ante el PSG, pero con serias opciones de ser campeones de Liga y ya campeones de la Copa del Rey. Todo ello de nuevo marcado por el contexto. Un contexto, un escenario, totalmente diferente al del inicio de temporada. Sin Josep Maria Bartomeu, con Joan Laporta como nuevo Presidente, el aura que transmite el club es algo más calmado, mucho más sereno, y los aledaños del club parecen estar mucho más calmados.
Si a un contexto más favorable se le suma la notable mejoría deportiva y el título copero de este pasado fin de semana, evidentemente la figura de Ronald Koeman también ha ganado argumentos para pensar en su continuidad.
¿Debe ser Koeman la próxima temporada? Personalmente, en mi opinión, sí. Sí debe seguir porque ha demostrado que tiene condiciones. Ha apostado por jugadores de la cantera con éxito y otras perlas jóvenes como Pedri o Dest, ha dado con la versión más atractiva de Frenkie de Jong, ha ganado la copa del Rey (título que no ganaban desde 2018) y ha llegado al tramo final de la temporada con opciones de ser campeón de Liga.
No ha hecho la temporada perfecta, pero ni mucho menos ha hecho un mal trabajo. De hecho, ha sido muy bueno. Todo ello teniendo en cuenta el incendio que existía en verano, ahora inexistente o minimizado. ¿Puede dejar de ser el entrenador? Claro, por poder puede no continuar, pero su trabajo ha sido más que positivo y su continuidad tiene argumentos sólidos para que se produzca.
Su continuidad supondría cerrar desde ya, de un plumazo, una incógnita para, a su vez, poder comenzar a preparar el proyecto 2021/22 sabiendo y conociendo quién lo liderará a nivel técnico. Si Koeman sigue, ya sabe qué quiere mejorar, qué necesita, y la lista de necesidades se produciría ya, y no en verano, ganando tiempo, economizando esfuerzos.
Yo, personalmente, creo que sí debe continuar en el Barcelona la próxima temporada.