Cristiano Ronaldo: El fin de una era

Se nos ha ido Cristiano. Puede caer mejor o peor. Se le puede odiar o adorar. Pero hay una verdad indiscutible es que, como poco, es el segundo mejor jugador de fútbol de la historia reciente. Durante los últimos 10 años, Cristiano y Messi se han sucedido en el Balón de Oro y, si bien es un premio otorgado un poco al tuntún, es innegable que ambos copaban el Olimpo de los Futbolistas, un Olimpo al que algunos están intentando entrar a base de golazos y partidazos, pero todavía queda para que esto suceda. Los Neymar, Griezmann, Hazard, Mbappe, Coutinho y compañía, si bien son buenísimos, todavía no se pueden considerar como “los mejores”, “los número 1” o calificativos similares.



Sin embargo, Messi y Cristiano si lo son. O quizá podamos decir que sí lo han sido. Llevan 10 años pegándose por ser el mejor, alimentándose el uno a base del otro, esforzándose por superar al de enfrente. Y en España hemos disfrutado 9 años de esa rivalidad directa. Jornada tras jornada, uno de ellos saltaba al césped y metía 2 goles, forzando al otro a meter 3 al día siguiente para demostrar que era el mejor. Messi y Cristiano. Barcelona y Madrid. Una relación simbiótica perfecta. Y se nos ha acabado. El próximo Agosto arrancará una Liga sin el astro portugués por primera vez tras casi una década. Muchos se alegrarán por no tener que volver a soportar las caritas y gestos arrogantes del fanfarrón luso, pero la realidad es que quien más ha perdido es a Liga de Fútbol Española.



El 1 de Julio de 2009, Cristiano desembarcaba en el Real Madrid gracias al desembolso de 94 millones de euros. Una inversión impresionante, aunque no tanto si tenemos en cuenta que ese mismo Madrid se había gastado 65 en Kaká, 35 en Benzema, 34,5 en Xabi Alonso, 15 en Albiol, 5 en Negredo, 4 en Arbeloa y otros 4 en Granero. 256,5 millones en todo un verano para traer jugadorazos como fueron el portugués, Kaká lo poco que estuvo bien o un Xabi Alonso que se convirtió en todo un mariscal para el centro del campo madridista, amén de un Benzema que sin saber muy bien cómo sigue siendo el delantero centro titular mientras todos los demás hace tiempo ya que abandonaron el barco. De esos 256,5, “solo” 162,5 millones se gastaron en los jugadores que iban a acompañar a Cristiano, hasta 7 en total. Con ese dinero ahora fichas a un buen jugador si sabes negociar bien y el equipo que le posee necesite vender.


9 años y 9 días después, el Madrid era capaz de vender a su jugador franquicia por 23 millones más de lo pagado en su momento. 117 millones por el astro portugués, dinero ampliamente amortizado con la venta de camisetas que, con más de medio millón de ejemplares vendidos en un día, reportará beneficio suficiente para financiar el fichaje y el salario de sus próximos años.



Números aparte, la única verdad tangible es que la Serie A se lleva a una de las dos estrellas más fulgurantes de la constelación futbolística mundial. España queda huérfana de uno de sus grandes baluartes y tocará ver quién intenta dar el paso adelante que le permita ocupar su puesto. ¿Será Coutinho intentando formar una dupla imparable junto con el actual Rey de la Liga Española? ¿Será Griezmann intentando demostrar que no sólo puede dirigir a un país hacia el liderato mundial, sino que también puede hacerlo con un equipo? ¿Encontrará el Madrid a una superestrella que pueda sustituir a Cristiano? ¿Se alzará algún equipo lo suficiente como para poder mirar de tú a tú a estos 3 gracias al explotar de alguna nueva estrella? La marcha de CR deja más incógnitas que respuestas y tocará ver cómo se reconstruye el Madrid y, sobre todo, como afecta en términos publicitarios y de impacto social a LaLiga.