Apuestas deportivas. ¿Por qué cada vez es más difícil ganar a las casas?
¡Hola a todos!
Hay un tema interesante para discutir que quiero compartir.
Parece que, en los últimos años, se ha vuelto más difícil batir a las temidas closing odds. El rendimiento del pronosticador profesional medio parece haber decaído durante las últimas temporadas con respecto a las cifras que se manejaban anteriormente. Aunque, obviamente, hay excepciones. En un principio, podría parecer una mala racha puntual, pero al ser una circunstancia generalizada, siendo lo puntual el que mejora sus dígitos, parece que existe algún tipo de cambio que ha afectado a todo el mundo. Podría ser que el nivel medio del pronosticador haya bajado, pero todo apunta a que el nivel medio de las casas de apuestas, ha aumentado.
Previamente, esta mejoría se había hecho patente en brechas concretas, momentos puntuales y, sobre todo, mercados minoritarios. Pero parece que la mejoría se ha ido ampliando a todos los campos y cada vez es más habitual ver líneas y cuotas mejor puestas en cualquier deporte, en cualquier categoría.
Siempre se ha dicho que en este mundillo hay que aprender constantemente del mercado y de tus competidores para poder ser mejor que ellos, pero a día de hoy es cada vez más importante este aprendizaje, dado que el rival es cada vez mejor.
A la par que las apuestas deportivas, aunque con otra velocidad, el póker online también se desarrollaba. En ese momento donde ambas surgían, se identificaron una serie de ventajas para cada una de las industrias: por ejemplo, en el póker la mesa no obstaculizaba el desarrollo de jugadores fuertes, dado que estos se alimentaban de peces. Es decir, se luchaba unos contra otros. Así pues, todas las reformas que se han llevado a cabo en el entorno del póker han sido para promediar el nivel de los jugadores cercanos al cero, hacerles permanecer lo máximo posible en mesa y que así, la casa se lleve dinero.
En las apuestas, la comunidad era menos competitiva y los jugadores no tenían miedo de compartir recursos e informaciones, porque el enemigo era común: las casas de apuestas. En el caso de las apuestas, las bookies están interesadas en los buenos jugadores, los vigilan, los siguen y utilizan su fuerza como en algunos artes marciales, donde para devolver un golpe aprovechas la violencia de tu rival.
Dado que el nivel general en las apuestas ha subido desde sus inicios hasta la fecha, con jugadores que comparten información y se reúnen en torno a sitios temáticos, como Intelbet, más se entiende de las apuestas, mejor se determina el valor y más fácilmente se encuentran las cuotas descolocadas.
Como hay mejores jugadores, se detecta de forma más eficiente que una cuota sea provechosa y antes se ataca, enseñándole a la propia casa por dónde tiene un agujero y, al mismo tiempo, cómo corregirlo. Por tanto, cada vez hay menos apuestas con auténtico valor y es más difícil explotarlas, porque duran menos y dan menos beneficio al estar mejor colocadas.
A ver si con un ejemplo se entiende mejor: es más fácil encontrar valor en las apuestas en baloncesto europeo y NBA al principio de temporada porque hay más incógnitas para todos (jugadores y casas). Con el devenir de la competición, la cantidad de información es mayor y, por tanto, se colocan mejor tanto las líneas como las cuotas, con lo que la capacidad del jugador de conseguir beneficio a largo plazo, se reduce.
Por tanto, cuanto mejor sea el nivel de los apostadores, más equilibradas estarán las cuotas, porque son los propios apostadores quienes la equilibran con sus apuestas. Pinnacle fue la primera en llegar a esta conclusión, ofreciendo asilo a todos los buenos jugadores que llegaban quemados por estar limitados o, directamente, expulsados de algunas webs. Con mejores jugadores entre “sus filas”, mejores flujos de dinero tendrían.
Así pues, el mercado se ha vuelto más competitivo y las posibilidades de obtener dinero por parte de los jugadores son menores, no sólo porque las casas cada vez afinen más, sino porque el resto de apostadores es mejor.