Ahora todos saben de…VARloncesto
Si no se puede llorar por el VAR, se buscan motivos para que no se hable del rendimiento deportivo. Da igual dónde. Y el Madrid lo ha conseguido, pues del 2-1 el Girona se ha hablado poco, pero de lo que sucedió en el partido de baloncesto no se ha parado de escribir todavía.
Porque lo que pasó el domingo por la mañana fue grave. Muy grave. Un Madrid sin soluciones, sin defensa y sin cuerpo, sin capacidad de reacción y que se confió en exceso yéndose al descanso con un marcador tan corto como el 1-0. Lo mejor que le pasó al Madrid fue perder 3 puntos en 45 minutos, porque la imagen que dio, combinada con la de Ámsterdam, da mucho miedito.
Pero, por suerte, el aficionado blanco tuvo oportunidad de olvidarse rápido de lo que había pasado sobre el césped y empezó a hablar de parquét, de pasos, de triples y de canastones. Qué suerte la de algunos, que saben de todo. Debe ser que con el carnet de madridista te regalan un cursillo acelerado sobre cada deporte en el que el conjunto blanco participe. Ojalá una sección del Madrid de cricket, que servidor no ha sido capaz de comprenderlo todavía.
Pero centrémonos en el partido de baloncesto, ya que es lo que a tanto aficionado airado le importa de repente. Tras una primera mitad igualada donde la diferencia máxima fue de 7 puntos a favor del Barcelona, el Real Madrid salió en tromba de los vestuarios y cerró un tercer periodo impresionante donde consiguió una ventaja máxima de 17 puntos. 58-41. A falta de unos 12 minutos. Estaba hecho. Y, oh, casualidad, le pasó lo mismo que al Real Madrid de fútbol. Se confió. Y pasó lo mismo que por la mañana. Los primeros 40 minutos se cerraron con empate a 77 gracias a una última canasta del Real Madrid, porque malgastaron la ventaja que tenían y acabaron remando para irse a la prórroga.
Pero hasta entonces, todo parecía “normal”. Nadie tiene ni una sola queja arbitral del tiempo reglamentario. Qué casualidad, los problemas empiezan todos en la prórroga. Quizá asumir que has dejado escapar 17 puntos de ventaja es tan doloroso que tienes que empezar a buscar excusas ajenas…
Lo que pasó en la prórroga, todos lo habéis visto. Errores para ambos lados, decisiones ilógicas y los que fanfarroneaban con camisetas de “era campo atrás”, ahora lloran. Lloran y patalean porque lo que toda la vida les ha funcionado, dejó de hacerlo en el peor momento. Porque están demasiado acostumbrados a que hagan a sus anchas sin que nadie les diga nada. Porque llevan años y paños favoreciéndoles siempre en pequeñas (y no tan pequeñas) acciones.
Ahora resulta que se quieren ir de la ACB por el trato arbitral recibido. Yo me pregunto qué pensarán todos los equipos que, jugando contra el Real Madrid, han sufrido un arbitraje que claramente les haya perjudicado. Todas esas personales que les sacan a los rivales por Euroliga o en la propia ACB, esas tarjetas que sólo sacan a los que hacen la falta contra una camiseta blanca, la de fueras de juego o 3 segundos no pitados…
Todos los equipos, absolutamente todos, sufren y disfrutan arbitrajes. Porque los árbitros, se equivocan. Son humanos, es normal. Incluso con tecnología es difícil. Pero que equipos como el Madrid o el Barsa lloren por los arbitrajes por 1 día malo cuando han tenido 100 días buenos previos… lamentable.
Si se quieren ir, que se vayan, que si todos los equipos que han salido perjudicados en algún partido contra el Madrid hubiesen abandonado sus respectivas Ligas, sea el deporte que sea, el conjunto blanco sería, a día de hoy, único participante de LaLiga, la Copa, UCL y cualquier competición de fútbol que se os ocurra. Y no hablo tanto de su sección de baloncesto porque, a diferencia de los analistas multidisciplinares, no me da la vida para ver todos los partidos de todos los deportes de todas las categorías del mundo, e inventarse cosas está feo.