2019: el año de Sadio Mané y Mohamed Salah
El año 2019 ha tenido un claro protagonista en el fútbol inglés y europeo. El Liverpool de Jurgen Klopp ha sido uno de los equipos más exitosos del último año, sin lugar a dudas.
El conjunto de Anfield va a cerrar el año 2019 siendo un histórico subcampeón de liga 2018/19 con 97 puntos, como campeón de la Champions League, campeón de la Supercopa de Europa, campeón del mundial de clubes y cómo líder indiscutible de la Premier League 2019/20.
Pero, sin embargo, ese dominio doméstico y continental no se ha visto traducido en los siempre cuestionados premios individuales. Y es que dos de las grandes estrellas de este Liverpool, como son Sadio Mané y Mohamed Salah, habiendo sido parte imprescindible y vital de este equipo, no han quedado en el TOP 3 de ninguno de los (supuestos) más prestigiosos galardones de la UEFA, FIFA y France Football.
Ni en el premio The Best, ni el premio de mejor jugador de la UEFA, ni en el Balón de Oro. Parece ser que su espectacular año 2019 no ha tenido repercusión alguna para estar ni siquiera en el podium de mejores jugadores.
SADIO MANÉ
- Quinto en el premio The Best.
- Cuarto en el Balón de Oro.
- Quinto en los premios de la UEFA.
MOHAMED SALAH
- Cuarto en el premio The Best.
- Quinto en el Balón de Oro.
- Sexto en los premios de la UEFA.
Pocos jugadores en el mundo mejoran el año colectiva e individualmente de los dos atacantes del Liverpool. Colectivamente, seguro, ya que han sido parte importantísima del gran año de los Reds, pero es que además a nivel individual han firmado un año deportivo brillante con cifras goleadoras muy notables que han sido complementadas a la perfección en el ámbito de las asistencias.
Un misterio enorme, por no entrar en la batalla popular de las injusticias. Es raro ver cómo dos de los mejores futbolistas del año a nivel individual, que han brillado también a nivel colectivo con sus compañeros de vestuario, han sido olvidados por los grandes estamentos por sus respectivos enormes años deportivos. Es por ello que es un nuevo argumento para cuestionar los valores o argumentos reales que premian los galardones individuales.
Da la sensación que cada año varía. Unos años, los méritos deportivos tanto a nivel de clubes como de jugadores. Otros, sin previo aviso ni explicación alguna, entonces, se premia al mejor del mundo, sea cual sea su rendimiento global. Es por ello que, ante este misterio, ante este horizonte dubitativo, ocurran casos como los de Sadio Mané y Mohamed Salah. Pocos, muy pocos jugadores han estado a su altura. Seguramente, sólo algún compañero de equipo en el Liverpool puede hacerles frente en este aspecto, pero luego este espectacular año 2019 queda en el olvido, parece ser, y no se da explicación alguna para explicar, al menos, las razones por las cuales se deliberan los premios individuales.
Sí es cierto que el Liverpool tuvo protagonista en la gala de la UEFA, cuando el neerlandés Virgil van Dijk fue elegido Jugador del Año en la Champions League, pero lo que parecía un horizonte de posibilidades en el resto de trofeos individuales para el defensa Red acabó en anécdota, sumándose al resto de compañeros que, en cierta medida, han quedado en el olvido.