¿Sabías que Adama Traoré juega muy bien al fútbol?
Hablemos de Adama Traoré. Seguramente hayas oído hablar de él últimamente. Un jugador corpulento, musculoso, que impacta físicamente y que parece que tampoco se le da mal eso del fútbol. Digo esto último con cierto grado de ironía porque me parece lamentable cómo lleva años jugando bien en la Premier League y sólo se hable de su físico.
En España se habla ahora que juega con la Selección España. Antes no. Y, evidentemente, se habla de su físico, de su aspecto, y no tanto de cómo de determinante puede ser, o de qué puede aportar a una selección de Luis Enrique que no acaba de enamorar y necesita de vez en cuando revulsivos que se salgan del estilo para aportar ideas nuevas o soluciones reales.
Adama Traoré puede estar viviendo, seguramente, el mejor estado de forma de su carrera deportiva. Ya no por lo determinante que es, sino porque ha conseguido superar barreras pasadas. El físico de Traoré no es novedad, pero sí su capacidad de definir, de determinar, de marcar diferencias. Hace 3-4 temporadas ya era conocido por su aspecto, pero su estilo de juego aportaba poco más. Tenía una toma de decisiones que parecía lejos de ser perfecta y eso, evidentemente, acaba siendo un hándicap en su juego.
Sin embargo, ahora no. Ahora es un jugador que desborda de forma efectiva y, sobre todo, asiste, sus centros son más precisos, e incluso sus cifras goleadoras han mejorado respecto a épocas pasadas. Ahora su físico sí tiene un sentido que va más allá de lo puramente estético y visual.
Impone. Claro que impone. Impone en solitario e impone cuando se le ve junto a otros compañeros y rivales. Un jugador del que se habla y debate mucho en redes precisamente por eso, por la espectacularidad de su imagen. Pero me parece un error sólo quedarse en ese detalle. Evidentemente, sabemos que es curioso, impactante, pero las últimas convocatorias de España son por su fútbol, por su mejoría deportiva. Y creo que es una gran decisión del seleccionador, Luis Enrique, porque su estilo de juego se aleja del ya famoso 'tiki-taka' o fútbol de posesión. Adama aporta desborde, electricidad, verticalidad y velocidad.
Como solución a bloqueos me parece una 'herramienta' estupenda, muy efectiva, y realmente de eso se trata. ¿Recordáis el histórico mundial de Sudáfrica? Pues existía una figura diferente, pero a la vez idéntica, que era Fernando Llorente con la suma de Jesús Navas. Cuando el estilo inicial no soluciona nada, cuando existe un bloqueo, deben sumarse jugadores que aporten soluciones, escenarios diferentes, que planteen problemas al rival, que cambien el contexto. Y con el caso de Adama Traoré ocurre eso.
Si el estilo de España se orienta al juego de toque, de posesión, con una circulación muy pausada, trabajada y fabricada, deben existir jugadores como Adama Traoré que exploten lo presente, que cambien las reglas del juego, que sean capaces de tirar las fichas del tablero. Traoré se sale del contexto de esta selección, y es ahí donde aparece lo relevante, lo puramente deportivo.
Adama es una buena decisión, es un aporte interesante desde el punto de vista deportivo. Aunque, claro, quizás eso venda menos, haga menos clics, dé menos retweets y genere audiencias más bajas... Es la realidad que tenemos y en la que un servidor se incluye, claro. Pero hay vida más allá del Adama Traoré 'fuertote'.