El primer título de Sarri en Italia a pesar del ambiente hostil

La Juventus conquistó su noveno Scudetto de forma consecutiva, otro más en una década arrolladora. Primero Antonio Conte, después Massimiliano Allegri y ahora el turno de un discutido Sarri. Maurizio se ha impuesto a pesar de no contar con el apoyo de la afición y de no ser bien recibido desde el primer día por su pasado. El primer título liguero de un entrenador que ha dado su vida al fútbol empezando en categorías regionales (hace 16 años lograba su primer éxito subiendo de Serie C2 a C1 con la Sangiovannese). Un trofeo que para los ‘bianconeri’ se ha vuelto en algo normal pero que para el preparador napolitano supone la guinda a más de una década de trabajo en el fútbol modesto.

Sin duda la base de esta conquista tiene su base en la superioridad técnica de una plantilla de alta calidad, algo que ya ocurría en los años anteriores (al menos en los últimos 7). Y es que el proyecto de la ‘Signora’ para seguir siendo al referencia del país sigue funcionando a pesar de algunas incongruencias en los últimos meses. La revolución ‘sarriana’ no se ha efectuado a pesar de que en algunos goles sí que se han visto atisbos de buen juego y por momentos la presión alta y la salida de balón dirigida han dado frutos. Sin embargo, no se puede hablar de un triunfo táctico de un mister que en el Napoli llegó a rozar un nivel casi excelente.

El gran problema para el técnico crecido en la Toscana durante esta temporada han sido los momentos en los que el equipo se ha ido del partido. Minutos de bajón físico y de concentración que se han repetido en el pre y post-lockdown y que ponían el peligro todo lo realizado hasta el ese momento. El mejor ejemplo de ello fue lo sucedido fue ante el Milan en el famoso 4-2 de inicios de julio (de 0-2 a 3-2 en escasos diez minutos). ¿Esto es culpa del entrenador? Para casi todos, sí. Pero la verdad es que la sociedad ‘bianconera’ decidió contratar a Maurizio por su estilo de juego, no por su capacidad de hacer de sargento con una plantilla que no se adapta a lo que venía haciendo. Y precisamente es ahí donde reside el mérito de esta Serie A.

Sarri ha sabido ceder a gran parte de sus ideas por el bien común mientras que ha logrado potenciar a Dybala y Cristiano Ronaldo. Hacer que los dos compartan el ataque y lo hagan bien no es sencillo, muchos otros solo por conseguir eso habrían recibido miles de elogios. Estamos en definitiva ante el triunfo de un entrenador no querido por los suyos, incluso algunos seguidores dicen que ha fracasado porque no ha conseguido que la Juve juegue como lo hacía el Napoli… bendito fracaso si eso significa conquistar el Scudetto con dos jornadas de antelación.