La NBA, como dogma

No he encontrado mejor manera de presentarme que explicaros qué significa la NBA para mí. Por qué ha supuesto ser algo más que un deporte. En definitiva usarla para que me conozcáis un poco mejor.


El baloncesto es el deporte con el que me he criado, el que me ha enseñado que significa trabajar en equipo, el que me ha hecho entender el sacrificio que supone conseguir las cosas por ti mismo y ser capaz de involucrar a los demás. 


Me ha servido para entender a cómo recuperarte de las adversidades aunque todos o mucha gente te invite a rendirte. 


La NBA además representa para mí algo más que una competición deportiva. Para mí es fuente de inspiración y la historia de muchos de sus jugadores parte fundamental de  mi consciencia social. Me gusta cómo está estructurada, como se vende y las historias que esconde detrás de cada partido. Es fuente de incontable de historias  de superación personal, de cómo evadir una mala vida gracias a una pelota y una canasta y en definitiva de conseguir el éxito con el trabajo en la sombra.


También es una fuente inagotable de historias de fracasos. Aquellas que son tristes y fruto de malas decisiones. Historias rotas por el éxito prematuro, ese que muchas veces supone para sus actores, más un hándicap que una suerte. Historias de infortunios que acaban por hacer olvidar lo que un día prometía ser eterno.


No obstante, incluso esas malas historias construyen buenos ejemplos para todos los que seguimos este deporte. Representan aquello que afirma que es importante mantener los pies en el suelo aunque a veces sea difícil. 


De que por mucho dinero, poder y influencia  que tengas en la vida, lo esencial no es eso. Y también aquello que aunque no lo creas, se puede salir de las adversidades incluso aunque te empeñes en pensar que son injustas. Hay cosas que no podemos controlar, que son fruto del azar, de la vida, del destino y que ni el dinero ni la fama puede evitar.


Todo eso es capaz de transmitirse desde una sola liga de baloncesto, desde sólo una competición deportiva.  Y todo eso sin contar los valores comunes  que transmite el deporte, respeto, compañerismo, sacrificio, trabajo en equipo.


En definitiva, gracias por todo, NBA