Una selección en horas bajas
No corren buenos tiempos en la Roja y las dudas planean sobre el juego del equipo de Vicente del Bosque. Tras una semana en la que no pudo ganar a ninguno de sus dos rivales en los amistosos internacionales (empates frente a Italia y Rumanía), la selección española dejó poco juego y un fútbol más que previsible con rivales mucho más competitivos.
La transición no esta siendo del todo dulce en un equipo que tiene muchos frentes abiertos. Veníamos de ganarlo todo y ser la mejor selección del mundo durante 6 años consecutivos, pero tras la debacle de Brasil y el paso a un lado de algunos de los jugadores que fraguaron ese camino, parece que a esta selección con grandes jugadores le cuesta arrancar y encontrar patrones de juego.
No ayudan nada las dudas en la portería, con una prensa excesivamente cruel con Iker Casillas. Tampoco ayudan las dudas en torno al cargo de seleccionador, los problemas entre jugadores como Ramos y Piqué, las convocatorias o no convocatorias de Diego Costa o Aduriz. Además a todo esto hay que sumar que posibles futbolistas determinantes que debían haber cogido el mano de la selección no están en su mejor momento (Mata, Pedro, Cazorla, Javi Martínez,...).
Mucho tiene que cambiar el juego de la selección si se pretende hacer un gran campeonato en la próxima Eurocopa 2016 de Francia y las claves parecen pasar por dejar un poco de lado el "Tiki-Taka" y apostar también por el juego de transiciones ya que ahora mismo los delanteros más en forma del país son dos tipos como Morata y Aduriz, a los que les favorece ese juego más directo. Esa reconversión al estilo FC Barcelona de equipo de toque pero también con transiciones puede ser una de las claves del éxito, incluso sin descartar volver al clásico sistema de 4-4-2.
Lo que si ha quedado claro es que el tiempo pasa y hay selecciones como la anfitriona Francia o la campeona del mundo Alemania, bastante por encima del conjunto nacional. Esperemos ver mejoras antes de que sea tarde.