Análisis Mundial Rusia 2018: Cuartos de final


Francia Vs Uruguay: el partido que ambas nos ofrecieron fue más bien flojito. En la línea de lo que ha sido su Mundial a nivel estético y también en el resultadismo, al menos para uno de ellos. Con un Mbappe sin espacios, era el turno de Griezmann y no defraudó. Su papel de mariscal de campo le sirvió para bombear una pelota la corazón del área uruguaya que se encontraba con la cabeza de un excelso Varane y transformaba el 1-0. Ya en el segundo tiempo, un disparo inocente dejaba en evidencia a Muslera y subía el 2-0 definitivo. Por parte de Francia, poco más en ataque. Siguen siendo un equipo claramente roto con 6 tipos que defienden y 4 que atacan habiendo 0 unión entre ambas unidades. Los uruguayos lo intentaron y tan solo pudieron encontrarse con las manoplas de un Lloris crecidísimo. El partido lo definen las lágrimas de José María Giménez: feo y triste.



Brasil Vs Bélgica: el cartel ponía al partido en el Olimpo de lo que pudiera ser el Mundial y no defraudó. Si no ha sido el mejor de los 64 que veremos, cerca ha estado. Bélgica dio una lección los primeros 45 minutos de cómo se juega al fútbol a la contra con un Hazard descosido, un Lukaku en modo estampida de gacelas y un KDB dejándonos un repertorio de giros y pases para una galería de arte. Con 0-2 en el marcador, en el descanso en Brasil cambió de plan y dejó atrás su juego feo y se decidió a volcarse. No le quedaba otra. Así fue como consiguió el primero, ya con una Bélgica partida por las carreras de los de arriba. Sin embargo, no fue suficiente. El partido nos deja un grandísimo recuerdo, una cantidad de imágenes de Neymar tirándose al suelo deleznable y una posible nueva campeona del Mundo: con este partido Bélgica ha tirado abajo la puerta para todos aquellos escépticos que no la consideraban candidata. Una única pega se le pueden poner, y son los cambios. Tardíos y sin claridad, mandando mensajes confusos al equipo. Asignatura pendiente para Bob Martínez si queremos sacarle algún fallo a una Bélgica que se comió a Brasil y luego supo jugar con ella.



Suecia Vs Inglaterra: prometía ser el peor partido de Cuartos de Final y así ha sido. Lo del pragmatismo sueco lo sabíamos todos, pero Inglaterra decidió jugar igual que ellos. Ninguna quería el balón, ninguna supo dar dos pases seguidos. A balón parado, Inglaterra golpeó primero. Mal la defensa sueca en un apartado en el que hasta la fecha eran excelentes. El partido siguió siendo un auténtico peñazo y no parecía que los nórdicos quisieran modificar la dinámica de su fútbol hasta que se vieron con el 0-2 en contra. Tragadita de Olsen y de Krafth. No se puede esperar nada mejor de un tipo con un nombre y demarcación tan parecidos al marroquí del Madrid. Sin embargo, Inglaterra tuvo su héroe particular. Más allá del gol y partidazo de Maguire o la excelsa aplicación de Henderson al fútbol colectivo, quien sostuvo al combinado británico fue un Pickford sensacional que sacó 3 goles cantados ya por la afición sueca. ¿Que mereció pasar? Por supuesto, tuvo 2 ocasiones y las transformó y los suecos tuvieron 3 y no supieron. ¿Que fue superior? Eso ya es más cuestionable, pues a ojos de un servidor ambas fueron un suspenso sin paliativos. Los porteros juegan y sus intervenciones marcan partidos, pero ya puede mejorar Inglaterra o Pickford puede no ser capaz de sostener él sólo a un equipo que quiere “llevar el fútbol a casa” de nuevo.



Rusia Vs Croacia: una Croacia desnaturalizada que se encontraba perdida por la falta de un tercer centrocampista con salida de balón casi hinca rodilla ante la revelación del torneo, el conjunto local. El golazo de Cheryshev, incontestable, ponía por delante a los rusos durante 8 minutos hasta que en una jugada de velocidad, los balcánicos igualaban la contienda y, a decir verdad, sin haber hecho méritos para conseguirlo. Ya en el segundo tiempo, es imposible que el balón de Perisic no entre dentro tras impactar en el poste de la portería rusa. Croacia gozó de las más claras y no fue capaz de materializar ninguna, tal y como le pasara contra Dinamarca. Con la lesión de Subasic a 10 minutos de acabar los 90 reglamentarios parecía que todo se le ponía en contra a una Croacia que afrontaría su segunda prórroga consecutiva, igual que Rusia. Las lesiones se sucedían y el siguiente era Vrsaljko. Croacia se caía a pedacitos. Cerca del centésimo minuto, Vida cabeceaba un balón a donde podía y, sin quererlo, se colaba en la meta de Akinfeev para poner en ventaja a Croacia en la prórroga, pero poco les duraría la alegría. Los penaltis se reeditaban para las dos selecciones gracias a la igualada que conseguía el defensa brasileño nacionalizado ruso, Mario Fernandes. Al final, la eliminación se decidió por penalties y ahí volvió a dominar Croacia con una nueva gran actuación de Subasic, si bien Kovacic casi tira por tierra el trabajo de sus compañeros.


Francia-Bélgica y Croacia-Inglaterra. Las dos semifinales que nos aguardan. 4 partidos para ver quién alza la estatuilla dorada.



Análisis realizado por @3trescuartistapicks