Pulisic: el hijo del 'soccer' que triunfa en el país del fútbol

El Chelsea no podía fichar esta temporada. La sanción de la FIFA hace un año privaba al conjunto inglés de poder reforzarse a golpe de talonario el pasado verano creando, a su vez, un escenario pocas veces visto (o al menos en las últimas décadas). Una importante base del proyecto 2018/19 y multitud de futbolistas que tenía en propiedad pero estaban cedidos por toda Europa. Ese iba a ser el proyecto obligado por las restricciones.

Pero en Stamford Bridge parecían sospechar que la sanción iba a ocurrir, que venía de camino, y en mitad de la temporada 2018/19 confirmaban oficialmente el fichaje de Christian Pulisic, procedente del Borussia Dortmund. Así, sería el único fichaje nuevo del Chelsea esta temporada. Digo nuevo porque, oficialmente, también compraron en propiedad a Kovacic, pero estaba cedido la temporada anterior y esa situación posibilitó su fichaje.

Sin embargo, su temporada había sido decepcionante, gris, lejos de lo esperado. El fichaje de Pulisic no estaba cumpliendo expectativas y su nombre, al mismo tiempo, no estaba ni mucho menos entre los más destacados del curso deportivo de los Blues. Pero llegó el coronavirus, llegó la pandemia, llegó la pausa y llegó el parón de la Premier League. Y, entonces, la resurrección del futbolista estadounidense.

Pulisic ha sido, con permiso de Willian, el mejor futbolista del Chelsea en el tramo final de temporada tras la reanudación. El conocido como 'Project Restart' llegaba como solución al curso deportivo para, entre otras muchas cosas, finalizar contratos televisivos que aseguraran los ingresos multimillonarios que equilibran los presupuestos anuales de los clubes. Y con todo ello, Pulisic. Christian Pulisic.

El futbolista del Chelsea ha sido totalmente determinante. Sus goles, sus asistencias, su atribución al final de temporada de los londinenses, le han erigido como el gran líder del equipo. Con permiso de un Willian, insisto, que ha estado a la altura por multitud de aspectos también. Incluida una extensión especial de contrato, por cierto.

El encuentro en Anfield, el ejemplo perfecto. Si debiera elegir un momento para dar forma e imagen para describir lo que ha firmado en estas últimas jornadas, sin duda, sería su segunda parte contra el Liverpool. Sorprendentemente, Lampard le dejaba fuera del once ante el conjunto Red en una decisión que ya fue debatida antes del inicio de partido pero que, luego, después, viendo cómo cambió todo con él sobre el césped, acabó elevando la figura de Pulisic todavía más al papel de vital.

Cambió totalmente todo. Su asistencia, su gol, metieron al Chelsea en el partido tras un primer tiempo en el que parecía una fiesta anticipada de lo que iban a vivir los de Liverpool en esa histórica noche. El Liverpool llegó a ir ganando 4-1 y todo alcanzó un nuevo contexto con el estadounidense sobre el césped, cuando el Chelsea llegó a recortar distancias se colocó a sólo un gol de la igualada, con el 4-3 que el mismo Pulisic marcaría.

Las dos caras de Pulisic en una misma temporada. Gris, desaparecido, en el primer tramo. Estrella total, determinación absoluta, en la parte final. Confianza de Lampard, falta de adaptación. O ambos conceptos entremezclados. Lo que está claro, lo que parece ser verdad, es que algo ha pasado durante el confinamiento para que el rendimiento de Pulisic haya acabado convirtiéndole en uno de los jugadores más en forma del proyecto doméstico del Chelsea esta temporada.

Un final de temporada que, seguramente, le permita ser pieza importante del próximo proyecto. Un proyecto, por cierto, que apunta a grandes alturas, que apunta a megapresupuesto por parte de Roman Abramovich, y que ya tiene oficializados los fichajes de Timo Werner y Ziyech. Y otros rumores, como Havertz, que parecen más cerca que nunca.

Pulisic ha sido, sin lugar a dudas, uno de los futbolistas más determinantes del tramo final de temporada del Chelsea en Premier League.