Un año más en la carrera de Wilfried Zaha

Wilfried Zaha es considerado como uno de los futbolistas más determinantes de la Premier League Inglesa. El atacante costamarfileño, podría decirse, es el gran referente del conjunto londinense. Seguramente, el faro ofensivo del equipo en la última década.

Su rendimiento siempre ha estado cuestionado por las consecuencias que producen. Más bien, la ausencia de consecuencias. Siendo el futbolista más idolatrado en Selhurst Park, nunca ha acabado dando el paso adelante en un contexto demasiado favorable para él como para dejarlo atrás.

El futbolista mejor pagado de la plantilla. El jugador más determinante. El ídolo total de la grada. Todo ello con una sensación de determinación que le permite mantener su rol y papel de líder año tras año. Un escenario perfecto para sus intereses que, así, le privaban de pensar en una salida del club, pese a que anualmente ha sido relacionado con otros equipos como Tottenham Hotspur, Chelsea o Newcastle.

Sin embargo, este año su rendimiento ha estado muy lejos de lo esperado y de lo habitual en su figura. Wilfried Zaha ha estado a la altura de la temporada del equipo: pobre, preocupante y gris. Da la sensación de que lo colectivo ha acabado por absorber su capacidad de determinación.

La situación genera un contexto de silencio, de miradas hacia otro lado, de cierto carácter inútil. Su temporada ha sido poco destacable. Por ello, su futuro quizás no podría ser tema de debate en los aledaños de Selhurst Park este próximo verano. Sobre todo, porque acaba contrato y no parece renovar su vínculo profesional. Su salida, ahora sí, es una opción real.

Una opción real de dejar el Crystal Palace que llega en el peor momento para él. Salvo gran sorpresa, dejará el club haciendo firmado una decepcionante temporada, un curso deportivo de rendimiento bajo y con una sensación demasiado alejada de su mejor nivel que, tristemente para el contexto del club, le hará salir por cierta puerta de atrás.

Por ello, un año más en la carrera de Wilfried Zaha. Para bien o para mal, un curso deportivo que no pasará a la Historia ni quedará en la memoria y retinas de los aficionados, y que, ahora sí, tendrá consecuencias en el mercado. Una salida tras una de las peores temporadas del costamarfileño en el sur de Londres.