¿Tienes implantado el chip de Gareth Bale?

Gareth Bale sigue demostrando que es un futbolista diferencial, sigue confirmando que es un futbolista extraordinario, sigue dejando claro que es uno de los mejores futbolistas de mundo. Esto es así aquí, en Inglaterra, en Gales y en los rincones más escondidos de algún lugar muy lejos de aquí. Indudable. 

La realidad objetiva es la que es. Sus cifras y su rendimiento están ahí y contra eso nada se puede hacer. Ahí, sus defensores descansan en paz, tranquilos, conscientes de tener un argumento incontestable a favor.

Sin embargo, el resto, sigue intentando sobrevivir en un terreno pantanoso, bajo amenaza de lluvia, conscientes de que el barro cada vez es más protagonista y que sus argumentos corren cierto peligro de ser anegados. Pero siguen ahí, adelante, firmes en el discurso, contundentes aunque saben que patinan, que el hielo amenaza fuera de la ciénaga y aunque quieran salir de ahí correrían más riesgo. 

Lo tienen complicado. Muy difícil. Pero no es culpa suya. El chip que les integraron sigue activo, sigue latiendo, sigue emitiendo esa señal anticuada, desvirtualizada y manipulada. Injusta, también. Por ello, aunque Gareth Bale haya mejorado, aunque Bale haya evolucionado respecto a su estancamiento en sus últimos años en Madrid, siguen erre que erre.

Es el chip, y ellos siguen el bucle. Son presos de la tecnología de los medios. El mensaje sigue su curso. Ellos, ellas, se ven dentro de esa coraza, gritando, queriendo salir, pero el esqueleto impuesto sigue recibiendo el dinero suficiente para que no se oxide. Por ello, siguen criticando a Bale, continúan afirmando un mensaje anticuado, desvirtuado, desviado, incluso vergonzoso.

Da igual que marque, que asista, que firme estadísticas muy notables en el ratio rendimiento/minutos. Siempre hay y habrá excusas. La máquina mediática seguirá adelante, fiel al discurso que reciben, inamovibles, densos, y los mensajes seguirán llegando al chip implantado. 

Hace unos días escribía sobre Black Mirror, sobre los algoritmos ante los que no podemos hacer nada. Pues lo mismo, pero contra Bale.

Por suerte, todavía hay gente que no tiene el chip, que son libres, que tienen el control de su forma de pensar, de su filosofía de vida.