¿Por qué no asumen lo de Mbappé?

Kylian Mbappé seguirá siendo futbolista del París Saint-Germain, al menos, hasta 2025. El conjunto parisino confirmó oficialmente el acuerdo entre todas las partes y, así, permitirá el atacante de origen galo continuar en el Parque de los Príncipes por las próximas tres temporadas.

Una decisión, la de seguir en Francia, y una consecuencia, la de no fichar por el Real Madrid, que ha sentado como un jarro de agua fría en los aledaños y seno del Santiago Bernabéu por ver cómo se ha ido al traste lo que iba a ser un cuento de hadas. Un culebrón que alcanzó su máximo esplendor informativo el pasado verano con una serie de informaciones que acabaron en la nada, sin oficialidad, sin confirmación y que ahora confirman lo que ya muchos sospechábamos aquellas semanas: había mucho humo en todo aquello.

Mbappé seguirá en París con un contrato histórico que es tan estratosférico como insultante, tan majestuoso como obsceno. Las cifras oficiales no han salido a la palestra, pero las informaciones de medios importantes en Francia o del siempre respetable periodista Fabrizio Romano afirman que estaría entre los 50 y los 75 millones de euros netos por temporada durante tres años. A ello, una serie de bonus y primas que doblarían esas cifras, y un poder decisión para crear un proyecto sobre su figura.

Una oferta, evidentemente, irrechazable y que se ha traducido en la negativa ante la propuesta del Real Madrid. Su continuidad ha sentado como un jarro de agua fría para una afición que, una vez más, cuando todo parecía cerca, cuando daba la sensación de que Mbappé aterrizaría en la 'Casa Blanca', ven como nuevamente no se hará oficial.

Entonces, las críticas, el intento de menospreciar la operación cerrada. Entonces, ahora, el intento de criticar los métodos del PSG. Si Mbappé hubiera aceptado la propuesta del Real Madrid no hubiera pasado nada, se hubiera aceptado y todos sonreirían sin hacer demagogia ante una oferta que iba a ser también muy elevada porque el jugador hubiera llegado gratis.

La demagogia de un equipo, de una afición, de unos medios de comunicación afines al proyecto madridista, que ven cómo una vez más una estrella del fútbol mundial no acaba firmando por el Real Madrid en los últimos años. 

Empieza a ser rutina. Empieza a convertirse en una preocupante rutina para los intereses blancos. Las grandes estrellas no sueñan con jugar en el Real Madrid, o al menos no es su prioridad. Siempre se ha dicho que cualquier jugador soñaría con llegar al Santiago Bernabéu, pero ahora, con otras potencias económicas capaces de plantar cara en materia monetaria, curiosamente el discurso ha caído.

Mbappé es el último caso de jugadores destacados que no han aceptado el proyecto madridista. Cuando se acerque 2025, seguro, el rumor de su fichaje volverá a latir con fuerza. Hasta entonces, tranquilidad. Se acabó el humo.