Leicester, un campeón a base de trabajo

A falta de dos jornadas por disputarse en la Premier League y pese a empatar frente al Manchester United, el empate del Tottenham en casa del Chelsea ha proclamado campeones a los “foxes”. 


Es el triunfo de la humildad, del trabajo y del esfuerzo. Un equipo que el año pasado estuvo 20 jornadas en el descenso de la Premier League a la Championship y que este año ha llenado todas las portadas de la prensa inglesa con su magnífica temporada. 


Pero más allá de lo romántico que es que un equipo con poco presupuesto y con jugadores sin nombre gane un campeonato de este tipo frente a “todopoderosos” del fútbol y de lo financiero, quiero destacar la parcela táctica de este equipo. 


¿Cuáles son las razones que han llevado al Leicester a ser campeón de la Premier League? Es cierto que rivales como Arsenal, Manchester United, Manchester City y Chelsea no han estado a la altura de una competición exigente durante la temporada regular (si durante fases del campeonato), pero el mérito del conjunto de Ranieri no es debido al demérito de sus rivales. Es un equipo compuesto por jugadores con capacidades que no llegaron a triunfar en el mundo del fútbol, como destacados son los casos de sus principales jugadores. Vardy había jugado en categorías de nivel muy inferior hace apenas unos años, Mahrez jugaba en la segunda francesa antes de recalar en el Leicester, etc. La unión de jugadores capaces con la creencia de que verdaderamente están capacitados para competir con los grandes es lo que ha catapultado a un equipo que ha basado su juego en el esfuerzo colectivo defensivo. 


Con un estilo muy similar al del Cholo Simeone, Ranieri ha inculcado a sus jugadores el trabajo como una premisa y no una opción. En sus partidos podemos diferenciar claramente dos líneas de 4 muy juntas en la presión defensiva con dos puntas más descolgados que faciliten el contragolpe y los ataques rápidos tras robo. Además los zorros invitan al rival a sacar el balón con superioridad hasta ciertas zonas del campo donde son ellos los que establecen esa superioridad numérica que acaba en robo y contragolpe. En definitiva, basan su juego en la solidez y la trampa de hacer creer al rival que dominan el juego cuando no es así. 


El conjunto es un ejemplo de solidaridad y trabajo defensivo constante, aderezado de buenas acciones de sus jugadores ofensivos que se han situado en el panorama internacional. Desde los más respetos tácticos le quiero dar mi sincera enhorabuena al equipo y a un técnico que se lo ha ganado a pulso tras ser ninguneado por su etapa en Grecia. ¡Enhorabuena foxes!