Ödegaard: el chico que no valía

La exigencia en el Real Madrid, dicen, afirman, es más alta que en otros clubes. Dicen, afirman, que es el club más grande, más poderoso y más prestigioso de la Historia y, en consecuencia, se espera que sus jugadores ofrezcan un rendimiento cercano a la excelencia. Y en ese escenario, destacar.

La exigencia en el Real Madrid es gigantesca y cuando los resultados individuales no cumplen expectativas se tiende a desvirtuar todo (o exagerar, cuando el contexto es positivo). La figura de Martin Ödegaard es uno de estos casos.

El atacante noruego triunfó en los Países Bajos defendiendo la camiseta del Herenveen, brilló en Donosti luciendo los colores de la Real Sociedad y se ha consagrado en sus dos etapas en Londres como futbolista del Arsenal. Tres etapas lo suficientemente exitosas como para catalogarle como un jugón de los pies a la cabeza.

Sin embargo, sus diversas etapas como futbolista del Real Madrid se convirtieron en auténticos borrones en los que su protagonismo, primero, y su aportación, segundo fueron prácticamente nulas. Es ahí donde algunos le acusan de triunfar en equipos menores y no en uno supuestamente grande, como es el caso madridista. Pero, ¿es realmente así?

Llama la atención que sólo haya sido en el combinado blanco en el que no ha brillado, en el que su presencia no haya destacado. Pero, como siempre en estos casos, la culpa es del jugador, y no tanto del equipo, al no haberse adaptado o haber estado a la altura.

Ödegaard, siguiendo esa corriente, es un fracaso deportivo en la ahora tan piropeada filosofía de fichajes jóvenes del Real Madrid. En el caso del noruego, el combinado de la capital madrileña erró su tiro, falló en sus pretensiones, pero, insisto, la culpa es del jugador.

El noruego ha brillado con luz propia en tres equipos diferentes, en tres países diferentes, pero al no brillar en el Santiago Bernabéu, entonces, no era un jugador válido y el esfuerzo económico del club le hacía situarse como algo así como un desagradecido.

Ödegaard es uno de los grandes líderes del Arsenal de Mikel Arteta. El sorprendente líder de la Premier League tiene en él un capitán, primero, y un referente absoluto. Los Gunners han encontrado un faro para el juego de ataque que, una vez más, da la razón a todas aquellas y aquellos que confiaban en su calidad y no se dejaron llenar la cabeza de tonterías porque no triunfó en un equipo. 

El chico que no valía, afirman irónicamente muchas personas actualmente.