Al Real Madrid se le atraganta el Valencia

Tras la derrota del Real Madrid en Mestalla, la Liga Santander está más viva que nunca. Después de muchas jornadas como líder, el equipo blanco tenía la oportunidad de distanciarse aún más de su eterno rival, si ganaba el pasado miércoles al Valencia.
 

Para muchos iba a ser un partido de transición, puro trámite, puesto que el conjunto ché no está pasando por uno de sus mejores momentos y los de Zidane apenas han acumulado derrotas esta temporada.

Un partido con desarrollo inesperado
 
Sin embargo, el fútbol siempre nos trae sorpresas y los pupilos de Voro supieron leer muy bien el partido. ¿Quién decía que el Valencia estaba muerto? Mestalla rugía, como si de una final se tratase y la presión combinada con el mejor fútbol terminaron por bloquear al líder. Desde el primer sonido del silbato, los valencianistas se replegaron, haciendo alarde de un “tiki-taka” que ya no se recordaba en Mestalla. Los jugadores bien situados, una solidez en defensa y la batuta de Parejo hicieron que el Valencia brillara como antaño.
 
El Madrid estaba perdido dentro de un campo que ardía por momentos y en cinco minutos, el Valencia se adelantó en el marcador con un tanto de volea de Zaza. El italiano volvió loco a Varane que parecía que nunca había marcado a un jugador dentro del área. A gritos de ¡Valencia, Valencia! La afición se vino arriba y contagió de ganas al equipo.
 
Pero, el conjunto ché tenía delante al líder de la clasificación y cuando se habla del Real Madrid nada se debe pasar por alto. Los merengues reaccionaron rápidamente a ese primer gol y pronto empezaron a contraatacar sin fortuna, ya que los pocos tiros a puerta que realizaron apenas se acercaron a alguno de los tres palos. Aún así, los blancos seguían insistiendo pero, de nuevo en un despiste, el Valencia aprovechó la oportunidad y en esta ocasión, fue Orellana el encargado de marcar el segundo gol  para su equipo. Una vez más, los atacantes de Voro birlaron la defensa de Varane y Keylor no  pudo hacer nada ante la obra maestra de Orellana. En apenas 10 minutos, el Madrid caía en Mestalla por dos goles a cero.
 
Tras unos primeros compases de revolución futbolística, la primera parte transcurriría entre tiras y aflojas de ambos equipos, hasta que en el 44, apareció Cristiano para recortar distancias en el marcador. Un espectacular centro de Marcelo que colocó en la cabeza del portugués para que éste rematara colando el balón en la portería. El Madrid se fue al descanso con un soplo de aire fresco.
 
Ya en la segunda parte Zidane decidió sacar toda su artillería. Tiró de James, Lucas, Bale... y cambió rápidamente a Varane por Nacho. Pero aunque los primeros minutos el Valencia sufrió un acoso y derribo por parte de los merengues, ni el mismísimo Cristiano pudo hacer nada ante el muro defensivo que habían establecido los hombres de Voro. Al final, el equipo ché logró alzarse con la victoria, no sin alguna que otra polémica protagonizada por De Burgos Bengoetxea. Hubo varias quejas por supuestos errores arbitrales, un penalti no pitado, alguna tarjeta roja que no vio la luz, entre otros detalles.
 
La Liga se pone interesante
 
Con la derrota de Mestalla, el Real Madrid ha perdido una ocasión de oro para distanciarse del Barcelona. Sigue estando a un punto, pero si los culés ganan en el Calderón, podrían dormir como líderes un par de días. Ahora lo blancos se aferran al otro partido que les queda pendiente, el del Celta. Un encuentro que no está claro cuando va a disputarse, ya que las agendas de ambos equipos en las competiciones europeas no dan lugar a fijar una fecha.

Los de Vigo tampoco son fáciles de dominar, pues se ha convertido en el equipo revelación de esta temporada y sigue vivo en las tres competiciones. De hecho, fueron los verdugos del Real Madrid en la Copa del Rey y seguro que no se lo van a poner nada fácil cuando se vean las caras.
 
Hasta que llegue ese momento, los de Zidane siguen líderes aunque el Barça les sigue muy de cerca con solo un punto por debajo. Y a todo ésto, no hay que olvidarse del Sevilla que se encuentra a tres. Un Sevilla que hasta la llegada del Valencia, había sido el único equipo en la Liga que había podido con el líder.