Una falta de respeto hacia Mohamed Salah

Ya hemos hablado esta temporada sobre Mohamed Salah. No es la primera vez que hablamos de su rendimiento, de sus habilidades deportivas, de su olfato goleador y de lo infravalorado que está mediáticamente.

Es uno de los jugadores más en forma del planeta. Y no es casual, no es fruto de una moda. Es una rutina y dinámica extraordinaria que sigue aumentando año tras año, temporada tras temporada.

Seamos directos. Mohamed Salah ha marcado 21 goles y ha ofrecido nueve asistencias en lo que va de curso deportivo. El atacante egipcio del Liverpool suma la friolera participación de 30 goles en apenas cuatro meses de temporada. Unas cifras escandalosas, descomunales, rotundas, demasiado serias como para que se silencien.

Pero, ¿qué ocurre? Los amantes de la Premier League disfrutamos de su rendimiento semana tras semana, pero ¿por qué fuera de ese contexto no se valora de forma justa? No pretendo hacer creer que la gente no valora a Salah o que le etiquetan de delantero normalito. No, para nada. Pero no tiene el respaldo mediático, informativo y popular que merece fuera de las islas británicas.

Es el jugador más en forma del momento. Soy así de directo y rotundo porque lo creo, porque estoy convencido y porque, de verdad, así lo pienso. Entiendo que fuera de mi entorno habrá gente que ponga en duda mi rotunda afirmación, pero (evidentemente respetándolo) también estoy convencido de que los verdaderos amantes del fútbol sí valoran a Salah y le consideran entre los cinco mejores jugadores del planeta. Digo cinco, y me parece demasiado injusto dejar tan abierto el abanico.

Estamos de acuerdo, supongo, si afirmamos que es un futbolista TOP mundial, una estrella apoyada de forma rotunda por su rendimiento. Jamás valoraríamos a Mohamed como un jugador sobrevalorado.

Bien. ¿Alguien puede explicarme por qué France Football le ha colocado en séptima posición en la reciente gala del Balón de Oro?

Fue tan surrealista como injusto. Soy admirador de N'Golo Kanté, incluso estoy enamorado de su perfil futbolístico, pero, por favor, ¿ha quedado por delante de Mohamed Salah? ¿En serio? Insisto. Kanté me parece un centrocampista extraordinario. Que le pregunten a Thomas Tüchel qué ocurre cuando no juega. Por supuesto. Pero Kanté no ha hecho el mejor año de su carrera por culpa de lesiones y ha sido protagonista de las rotaciones del equipo. Ha sido campeón de Europa, sí, como sus compañeros del Chelsea, pero no. No ha hecho mejor temporada que Salah.

Y su estado de forma actual sigue siendo tan sorprendente como maravilloso, tan espectacular como rotundo, y cuando se ha convertido en rutina desde los últimos cuatro-cinco años la genialidad sólo ha hecho que confirmarse.

Mohamed Salah es para este coqueto y humilde rincón el futbolista más en forma del mundo. Fuera de aquí algunos se cuestionarán, insisto, tal afirmación, pero si hacemos una encuesta para valorar si es el séptimo mejor jugador del planeta la respuesta más directa, rápida y automática será algo así como una expresión de locura y sorpresa.