Razones para ilusionarse con el Valencia 2022-23

Sé que las siguientes líneas pueden ser un tanto surrealistas si se tiene en cuenta la situación institucional del Valencia en las últimas temporada. Este verano sí creo que hay aspectos positivos, argumentos a favor, para no caer en la desilusión, tensión y preocupación que el club lleva viviendo desde 2019.

El adiós de Anil Murthy:

El ya ex-presidente del Valencia firmó una de las peores etapas representativas del club. Sin lugar a dudas. Su presencia ahogó las cuentas sin sentido y sentimiento futbolístico (sí como una empresa), convirtió al equipo en algo parecido a un meme, mintió, dañó la imagen institucional y dirigió a los proyectos hacia la ruina deportiva. Pero es historia. Se marchó. Desde su adiós, mejor o peor, es cierto que las sensaciones y movimientos públicos han mejorado notablemente.

El fichaje de Edinson Cavani:

La gran bomba del verano. Una bomba deportiva que hubiera parecido una auténtica quimera y broma de mal gusto antes del mercado de fichajes. El cuarto máximo goleador de la década llega a Mestalla para intentar revivir el ataque valencianista. Su fichaje ha sido tan importante como ilusionante, tan espectacular como mediático. El conjunto valencianista fue noticia mundial por la llegada del delantero uruguayo. Sobre él, poco que añadir porque le conocen millones de aficionados en todo el mundo. El Valencia, pese a sus 35 años (36 en febrero), ficha a un referente absoluto para la delantera y en el coliseo blanquinegro ya se ha instalado uno de los focos más candentes de LaLiga para los próximos meses de temporada.

La gestión de Gattuso:

Fue una de las primeras sorpresas del verano. La llegada del técnico italiano estaba ligada a dos factores de primeras. Por un lado, su relación profesional con Jorge Mendes (figura muy cuestionada en Valencia desde hace años por su amistad con Peter Lim y los negocios comunes) y, por otro lado, su pasado como futbolista y sus siempre cuestionables formas. Sin embargo, ya se ha ganado a la grada, ya se ha consagrado como un entrenador admirado por la afición. Su filosofía de fútbol (nada que ver con su etapa sobre el césped), la gestión del vestuario, su propuesta desde el primer día y su protagonismo en el fichaje, por ejemplo, de Cavani. Gattuso, y lo que pueda hacer.

Ha vuelto Mestalla:

El estadio valencianista es considerado uno de los más prestigiosos del fútbol español en este siglo. Y no es casualidad. Los rivales no suelen visitar el coliseo valenciano tranquilos, ni confiados. Todo lo contrario. El ambiente, la fuerza de la afición del Valencia está a la altura de muy pocas en España. Y ha vuelto. Tras varias temporadas en las que la asistencia media caía y se minimizaba, la salida de Anil Murty (entre otros aspectos) parece haber devuelto la ilusión y ganas de los fans. En este primer tramo de temporada liguera, ha quedado más que demostrado. Mestalla vuelve a ser Mestalla, y si esto ocurre el Valencia tiene a su favor un fantástico argumento a favor de sus intereses.

Hay fichajes interesantes:

Pese a que las salidas de Guedes y Soler pueden parecer un paso atrás (que lo son), es cierto que el Valencia ha realizado uno de los mercados de fichajes más interesantes desde la histórica temporada del Centenario. Las llegadas de jugadores como Nico, Lino, Samu Castillejo, Cavani, más la del técnico, Gattuso, más la del ya conocido Hugo Duro (jugó cedido la pasada temporada), han creado una plantilla mucho mejor de lo que puede parecer. El Valencia tiene una muy buena base. Una muy buena base que acabaría con algunas de las cesiones a final de curso, sí, pero hasta entonces suficiente para al menos pararse a seguir de cerca al equipo.

Vuelve la senyera valenciana:

Deportivamente, poco que aportar, pero en el sentimient valencianista es un factor muy a tener en cuenta. Vuelve a estar presente entre las equipaciones la senyera valenciana. Un símbolo de pertenencia a la altura de muy pocos que, además, se unifica con el factor siempre emocional del fútbol. Insisto. No es nada deportivo, esa camiseta seguramente no marque goles, pero para el aficionado es un símbolo muy a tener en cuenta que estará presente siempre que el equipo la utilice.