¿Qué le ha ocurrido al Valencia?

Uno lee, escucha o ve noticias relacionadas al Valencia y parece que la temporada 2018/19 ha sido mala. Esa es la sensación que me provoca seguir la actualidad del conjunto de Mestalla en las últimas semanas y llega, incluso, a producirme una sensación cercana a la descolocación.


Cualquiera diría que los valencianistas no han vivido una temporada histórica y romántica por su centenario. Cualquiera diría que no consiguieron una meritoria remontada deportiva para sellar matemáticamente su clasificación para la próxima edición de la Champions League. Cualquiera diría que no ganaron la Copa del Rey ante el Barcelona. Todo eso ocurrió hace menos de un mes. Sí, todo aquello pasó.

El valencianismo firmaba una temporada brillante, muy positiva, con resultados excelentes, cumpliendo los objetivos y cerrando un curso deportivo digno de elogio y ovación. Pero, ¿dónde quedó todo aquello?

Uno lee, escucha o ve noticias relacionadas al Valencia y se queda en fuera de juego. Muchos temas, casi todos ellos polémicos, con tintes alejados a la relajación, con un cierto aroma a la duda. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué se ha transformado una situación tranquila y positiva en un ambiente que tiende a lo tenso, a lo dubitativo?

El futuro de Kang-in Lee, el futuro nuevo estadio y sus líos jurídicos, la posible salida de Neto, las llegadas cuestionadas de jugadores como Denis Suárez, Rafinha o Cillessen, la operación con el Celta de Vigo entre Maxi Gómez y Santi Mina. Muchos temas que son analizados desde un punto de vista crítico, incluso polémico, tendiendo al descontrol, al análisis brusco, para mantener la atención del aficionado.

Debates, opiniones, informaciones que se personalizan dejando de lado la pura objetividad.

Evidentemente, estamos en verano y cubrir ciertos huecos informativos sin la rutina de la competición oficial es la gran tarea a realizar a diario. Pero, ¿es necesario que el clima de crispación vuelva a estar presente?


Kang-in Lee es la gran perla valencianista y el club estudia y trabaja para encontrar la mejor solución para su futuro, ya sea en el Valencia o en otro club.

El futuro estadio está más cerca que nunca de reanudarse tras las últimas informaciones surgidas en la capital del Turia.

La salida de Neto no es polémica por un cabreo del guardameta brasileño ahora, sino que viene de lejos, de la temporada anterior, sólo calmada porque Marcelino volvió a contar con él. El problema ha resurgido porque, de nuevo, desapareció de la dinámica deportiva en el tramo final del curso.

Denis Suárez, Rafinha y Cillessen quizás no lleguen en su mejor estado de forma, pero no llegaron a un equipo de la talla mundial del Barcelona fruto de la casualidad ni del azar. Son buenos jugadores que, si consiguen reencontrarse con sus respectivas versiones positivas, pueden convertirse en refuerzos de lujo para el nuevo proyecto.

Maxi Gómez es un delantero fantástico, mientras que Santi Mina habría decidido volver a casa para reencontrarse con la grada de Balaídos.

Temas objetivamente normales. ¿Por qué se le añade el toque picante; por qué se crea polémica?

Insisto. Hace un mes aproximadamente el valencianismo lloraba de emoción cuando Dani Parejo levantaba la Copa del Rey al cielo de Sevilla, cuando el Valencia se clasificaba para la Champions League. Una situación que, viendo el ambiente, parece que ocurrió hace años.