El final del culebrón

Harto ya de tanta tontería, anoche a Gil Marín se le calentó la boquita y soltó en plena entrevista que en el Club saben desde Marzo que Griezmann se va al Barsa al final de temporada. Y, como no podía ser de otra manera, la frasecita ha corrido como la pólvora.

Que Griezmann se iba, lo sabíamos todos. Lo dijo él mismo en un cutre-video que se vio forzado a hacer cuando comunicó a la directiva su intención de hacer una segunda entrega de la película que se había montado el año pasado. Así que, salió de la reunión, se fue a su chalet y a grabar. 2 minutos y medio de tonterías, tópicos y clichés para, finalmente, decir que se va. Así que, por ese lado, no es ninguna sorpresa.

Que se iba a esperar al 1 de Julio, momento en que su cláusula baja de 200 kilos a 120 milloncejos de nada, tampoco nos coge por sorpresa. ¿Quién en su sano juicio va a pagar 200 pudiendo ahorrarte casi la mitad? Podemos entrar a discutir si es una cagada del Atlético al renovarle y ponerle una cláusula autodestructiva tras un año, pero eso es harina de otro costal y, hoy, no toca.

Que se iba al Barsa…no lo sabíamos, pero lo sabíamos. El tonteo con el club barcelonés el verano pasado, su discusión con Diego Costa en el Camp Nou por defender a Umtiti ante una discusión con el delantero, mientras que el de Lagarto le gritaba “tu compañero soy yo”, su antimadridismo forzoso, llegando incluso a ser ridículo… eran muchas las pistas que iba dejando Antoine caminito de migas de pan. Pero la certeza de que el club destino fuese el azulgrana no la teníamos. Hasta anoche. Una noche donde Gil Marín destapó que llevan 3 meses sabiendo que se va y a dónde.

Ahora, bien. Dejando de un lado el sentimiento de algunos colchoneros, dolidos y molestos, que quieren denunciar al Barcelona porque ha negociado con un jugador con contrato en activo-señores, cáiganse del guindo de una vez, eso lo hacen todos los clubes…; dejando a un lado el problema que tendrá el Barsa (bendito problema) con Suárez, Messi, Dembélé, Griezmann, Coutinho (si continúa),…; el problema real es el del Atlético de Madrid.

Griezmann podría gustar más o menos, rendir mejor o peor, marcar más o menos goles… pero era tu “estrella”. Si sabes que se te va en Marzo, has tenido 3 meses para moverte y buscar algo en el mercado que te sirva para cubrir su ausencia. Cavanis, Joaos Felix, Rebics, Dybalas… nombres que suenan pero que en absoluto suplen la ausencia del francés. Si añadimos las ausencias de Lucas, Godín, Juanfran, Filipe, la posible partida de Diego Costa, de Vitolo, de Correa… son tantos los nombres que suenan en la rampa de salida mientras que las llegadas ilusionan tan poquito, que preocupa. Porque, como viene siendo habitual, el club destaca por su incapacidad.

Así pues, Griezmann se va al Barsa. Es cuestión de que lo anuncien, pero parece bastante veraz. Pero este movimiento no supone el final del culebrón, sino que abre dos culebrones nuevos: cómo reemplazará el Atlético la partida de su jugador estrella y cómo encajará las piezas un Barcelona superpoblado.