El decenio glorioso de la Juventus

Se acaba 2019 y con ello diez años de dominio absoluto de un equipo en Italia. El mejor periodo en absoluto de un equipo dominador capaz de conquistar 8 ‘Scudetti’ seguidos y levantarse tras un periodo negro de ‘Calciopoli’ y dirigentes incompetentes. El cambio de pasó será recordado en los libros de fútbol italiano y es que nunca antes un equipo había conseguido someter a sus rivales en un periodo tan largo. Y es que esta época concreta los ‘bianconeri’ han sumado la extraordinaria cifra de 852 puntos dejando al Napoli (segundo) a 108 de distancia y a la Roma a 133. Una diferencia abismal en el que ha sido el periodo de la crisis de Inter y Milan, donde primero parece que se está levantando mientras los ‘rossoneri’ siguen buscando la salida. 

Este lapso de tiempo inició con el famoso triplete conseguido por Mourinho en los ‘nerazzurri’, algo que podría presagiar que a la ‘Signora’ le tocaba un permanecer en segundo plano respecto a los equipos de la capital de la Lombardía. Sin embargo, Andrea Agnelli estudió unos movimientos que a la postre se han mostrado excelentes: comprar un estadio de propiedad y crear del J Stadium un fortín (económico y deportivo), fiarse de expertos en la gestión deportiva (Paratici y Marotta lograron compras a coste cero de gran nivel: Pirlo, Pogba, Tévez…) y dar el peso del vestuario a un hombre capaz de exprimir la plantilla al máximo: Antonio Conte.

No hay duda que la importancia del primer entrenador sigue siendo absoluta. De ese primer ‘Scudetto’ ganado al Milan de Allegri en Italia siempre se recuerdan unas declaraciones del entrenador de los ‘bianconeri’ motivando a los suyos: “Escupiremos sangre hasta el último partido para ganar esta liga”. Se superó a un equipo que tenía a un gran Ibrahimovic como símbolo con una plantilla de trabajadores y con una defensa impenetrable, fueron los años de la BBBC: Buffon, Barzagli, Bonuci y Chiellini. A partir de ahí se construyeron los pilares para un conjunto dominador. Llegó Pirlo y el juego comenzó a tener sentido, Arturo Vidal aportó fuerza y goles en segunda jugada, Marchisio realizó partidos de gran nivel y decantó la balanza y como no, también hay que hablar de Pogba y sus destellos de calidad. El centro del campo se volvió determinante. Esa plantilla seguramente fue el mejor de la década, un once inicial equilibrado en todas las líneas que Allegri supo gestionar al máximo nivel y que solo el Barça de Messi, Neymar y Suárez pudo privarle de la Champions. 

Pasaron los años pero se siguió ganando con facilidad. El periodo de Allegri se caracterizó por la importancia de la táctica, el crecimiento de Dybala, la utilización de Mandzukic como falso extremo, Dani Alves en posición adelantada, Higuaín letal dentro del área contra a sus rivales… Esa Juve fue la que llegó a la final Cardiff, la que tenía unos mecanismos ofensivos y defensivos excelentes pero a la que de nuevo le faltó un paso para alzar el trofeo europeo más importante de Europa. En este caso el Real Madrid de Cristiano Ronaldo les privó de la gloria. Mientras en Italia se ganaron ligas y copas en marzo o falta de dos semanas tras perder en casa contra un Napoli crecido pero la intensidad y la motivación siempre se mantuvo y eso, seguramente, es la marca diferencial de este proyecto.

Y para finalizar el decenio tres nuevos puntos de inflexión: el cambio de escudo para convertirse en una marca comercial con más atractivo en el mundo, llegada de un campeón como Cristiano Ronaldo intentar ganar la Champions League y además ganar visibilidad en el mercado internacional y el cambio de entrenador para buscar un juego más vistoso. Así, con la vista en los años veinte llegó Maurizio Sarri y ahora toca cambiar la forma de jugar para seguir siendo los mejores. Si antes en muchos partidos se ganaba gracias al nivel de la plantilla, ahora el objetivo es que el buen juego sea protagonista y que sirva para conseguir el único gran trofeo que no se ha conseguido en esta época gloriosa: la Copa de Europa.