A vueltas con el VAR para tapar vergüenzas

Ya ha pasado. El Madrid ya se ha sentido claramente perjudicado por el VAR y, ahora, está en boca de todos. Cuando a Mata le hacían una llave de judo en San Mamés apenas se dijo nada. Cuando a RDT le anulan un gol Dios sabe por qué en Huesca, apenas se dijo nada. Y hay mil casos más esta temporada donde ha habido fallos de VAR y apenas se le ha dado la visibilidad mediática que está teniendo el VAR desde que el Domingo al Madrid no se le pitase uno de los penalties más claros de la temporada.



Nadie niega la evidencia de que el Madrid fue perjudicado con esa acción de Rulli en la que derriba a Vinicius, pero está sirviendo para escurrir el bulto de que el jugador brasileño, ese que necesitaba cocerse, ese que hasta hace 2 meses jugaba con el filial, fue el mejor del Madrid. Y no hizo nada más que un par de carreras y dos tiros reguleros. Lo de Isco perdiendo hasta la ropa interior en esa última carrera contra Oyarzabal cuando tenía 60 minutos de fútbol más en las piernas. Nadie habla de un Lucas Vázquez que cada pelota que toca la empeora y que cometió el error de ser expulsado cuando su equipo estaba en plena lucha por empatar. No se dice nada de que Courtois está vendido en cada jugada porque la defensa del conjunto blanco es la séptima peor de la competición.


Pero sí se habla del VAR. Del VAR y de que Bale se fue del palco sobre el minuto 60 de partido, porque fue cazado en coche abandonando el estadio unos quince minutos después. Traducción: humo. Humo para tapar todo lo malo que está mostrando el Madrid en este inicio de Liga. Humo para que no se ponga el foco sobre lo que realmente importa. Humo para distraer a la masa.


Porque el Madrid, ni mete ni defiende. Porque el Madrid, ni genera ni contragolpea. El Madrid no hace nada. No juega a absolutamente nada, no pretende cambiar absolutamente nada y no parece que vaya a incorporar a nadie que pueda solucionar esto. Pero eso sí, carta oficial de Florentino Pérez para que le expliquen por qué no es penalti lo de Vinicius, un nuevo joven fichado a ver si con él se desvía la atención mediática y veremos si Solari recurre otra vez a lo de los cojones que tanto le gustaba contra el Melilla, pero que no ha vuelto a poner encima de la mesa.


Sin embargo, hay que reconocerle una cosa al Madrid y a todos los detractores del VAR. Antes, con la mera observación instantánea del árbitro de campo y su equipo, no lo vieron y ya está. No hay más vuelta de hoja. Pero ahora, con cámaras, tiempo para pararse y el doble de equipos arbitrales por partido, que no se vean las cosas es lamentable. Que el árbitro considere que hay falta en el gol del Getafe ante el Barsa es una vergüenza. Pero es incluso comprensible, porque se va un hombre al suelo, hay gente por el área. Se puede comprar. ¿Pero que desde una sala en Las Rozas alguien diga “lo has hecho bien”? Eso no es una vergüenza, eso es adulterar LaLiga.



Los tontos útiles al servicio del VAR, mamporreros de la Federación y del colectivo arbitral, esos que en el colegio no jugaban porque eran tan malos que nadie los quería en su equipo, se dedican a extender mantos de seda que tapen las vergüenzas del VAR soltando joyas como que “no es un órgano consultivo”. Y con eso, solucionan la papeleta de “es que un jugador no puede decirle al árbitro que vaya a revisar las jugadas”. 


Pues, señores, igual deberían quitarse la careta, reconocer que funciona como el culo y que aunque la normativa actual diga una cosa, debe ser sometido a una profunda remodelación porque ya ha nacido de culo. Aunque, claro, en el Mundial se aplicaba mucho mejor y lo único que ha cambiado de entonces a ahora es quiénes lo llevan. Volvemos a lo mismo de siempre: el árbitro español, no le digas que se ha equivocado que es capaz de expulsarte aunque no estés jugando.