Para los románticos: Iker Casillas

Narran y cuentan las voces sabias del lugar que la experiencia es un grado, que no es vejez sino trayectoria. Llamar a una persona de 37 años “vieja”, o decir de ella que “está mayor”, a primera vista, puede resultar curioso. E incluso descabellado. Pero en materia de fútbol, como en tantos otros puntos del deporte rey, es cierto que la tendencia del rendimiento respecto a la edad suele ser decadente, en inclinación inferior, con vistas más a una posible retirada que a un largo camino por recorrer.



Iker Casillas es uno de los nombres de actualidad los últimos días en materia futbolística. El que fuera capitán del Real Madrid y de la Selección Española parecía haber escrito un punto final respecto al primer cartel mediático, respecto a la competición más exigente y obligatoria, allá por el verano de 2015 cuando decidía embarcarse en la aventura de ser nuevo portero del Porto, en la liga portuguesa.


Menor foco mediático, a priori una liga de menor exigencia como su predecesora liga española y una carrera que empezaba a dejar ciertos síntomas de ocaso. Se marchaba del club de su vida y a su vez parecía haber escrito el último capítulo como portero internacional de España. Sin embargo, todo ha parecido cambiar.


Lo que antes eran grandes tormentas ahora se han convertido en plácidos domingos de sol para pasear. Lo que antes parecía ser crítica por cada gesto que hacía ahora parece que el eco es menor. Seguramente, Iker Casillas viva más relajado y más feliz que hace 3 años. Él, oda una parte del madridismo y una prensa deportiva que le había convertido en la gallina de los huevos de oro. Su marcha fue un punto de inflexión. Se seguía hablando de él, pero en otro tono, con otros acordes, con otra banda sonora alejada de aquel heavy metal a todo volumen distorsionado que dañaba los oídos.


Ahora suena otra emisora de radio, otra música, incluso parece otra película, con menos acción, con menos ritmo. Quizás hayamos pasado de la última película de Bruce Willis a un clásico de Woody Allen. Casillas ya es no es esa película de estreno que todos quieren ver, pero se le sigue recordando como ese clásico que los románticos se ponen de vez en cuando para desconectar. Y con subtítulos, claro, por aquello de jugar en Portugal.


Pero esto del fútbol y de la vida tiene caramelos dulces que en ocasiones se ponen sobre la mesa y no sabes si realmente están dulces, si son tan apetecibles como resultan ser, o simplemente son una carcasa dispuesta a ofrecer una bomba explosiva de sabor que destrozará tu estómago en las siguientes horas. Sí. Es noticia estos días que Iker Casillas podría volver a la Selección Española, e incluso algunas corrientes informativas han abierto sus respectivos grifos para tantear y jugar con la posibilidad de poder volver a verle luciendo los colores del Real Madrid.


En una entrevista para Movistar, el guardameta español (a la pregunta del periodista) afirmó sentirse con ganas e ilusión de, dado el caso y la situación, volver a ser portero de España y del Real Madrid. “Es donde me he criado”, afirmaba, y seguramente eso es algo natural, puro, objetivo, solamente dañado por esa corriente de aroma a podrido que inundó mediáticamente sus últimos años en el fútbol español. Y que evidentemente, se filtró en los poros de una opinión popular que absorbe como una esponja todo aquello que los grandes focos expulsan.



¿Debe volver Iker Casillas a la Selección? Claro, por poder puede. La pregunta, pues, debería ser ¿debe Iker Casillas volver, merece una oportunidad? Los puntos de vista son dispares. Por un lado, los del ego que no olvidan, que basan su respuesta en años anteriores, dando a entender que para qué va a volver ahora que tiene 37 años. Por otro lado, los estadísticos, los que tiran de números objetivos para dejar claro que mejora las cifras goleadoras en contra de los porteros seleccionados en la última convocatoria de Luis Enrique. Pero existe otra corriente que parece ser igual de válida, la que afirma que su experiencia pasada (que nadie olvide que fue dos veces campeón de Europa y una vez del mundo con España, y es seguramente el portero más laureado de la historia del Real Madrid) puede ser positiva para actuar de líder, de mentor, en un vestuario que en su regeneración deportiva está lleno de jóvenes valores que ya firman grandes actuaciones semanales en el primer foco de La Liga, pero que quizás en la Selección Española tengan que dar un paso adelante.


Está viejo”, “Lo está haciendo mejor que los que hay” y “No para titular, pero sí de nexo entre seleccionador y jugadores”. Tres corrientes populares en torno a la figura de un Iker Casillas que, casi de la nada (quizás, seguramente, sólo producto del mensaje de la prensa) ha vuelto a la escena mediática desde Oporto, desde la ciudad portuguesa donde suma ya 3 temporadas y donde sigue batiendo sus registros personales.


¿Volverá a la Selección Española? ¿Merece una oportunidad? Quizás muchos románticos, ahora con las aguas más calmadas, sí quieren ver esos noventa minutos de partido y sentirse ante un clásico de Woody Allen para seguir deleitándose con la experiencia, en lugar del último estreno de la industria del cine.


Artículo realizado por Esteban Gómez (@mirondo9)