Los alicientes de una Premier que ya tiene virtual campeón en su ecuador

Allá por el 8 de octubre un servidor reflexionaba sobre si esta temporada, treinta años después, el Liverpool se alzaría con el título liguero. La respuesta, salvo hecatombe de magnitudes estratosféricas, la tenemos antes de que finalice el 2019: solo el Liverpool puede perder la Premier League. Los de Jürgen Klopp tienen el título virtualmente en el bolsillo.

Con un partido menos aventaja al Leicester, que está realizando una temporada descomunal, en 13 puntos y al Manchester City en 14. Solo ha cedido un empate en toda la primera vuelta, por lo que la emoción sobre quién ocupará el primer puesto en la jornada 38 se ha evaporado. Los conjuntos dirigidos por Brendan Rogers y Pep Guardiola tienen encarrilada su presencia entre los cuatro primeros, por lo que el mayor aliciente está en ver quién será el cuarto representante inglés en la próxima Champions League. 

El Chelsea ocupa esa cuarta plaza, pero su irregularidad puede darle más de un disgusto. Es capaz de ganar al Arsenal y al Tottenham a domicilio en sendos derbis de Londres y de perder en Stanford Bridge ante rivales de la parte baja de la tabla como el Bournemouth, Southampton o el West Ham. Todo hace prever que los de Lampard se jugarán el cuarto puesto con el Manchester United, que está a cinco puntos, y el Tottenham, que tiene uno menos que los ‘red devils’. Todo ello sin obviar al Wolverhampton, que están cuajando una temporada sobresaliente y se encuentra empatado con el cuadro que dirige José Mourinho.

 Los de Nuno Espirito Santo han competido a las mil maravillas frente al City y al Liverpool en menos de 48 horas de diferencia. Junto al Leicester y al Sheffield United son las sorpresas positivas de esta primera parte de la temporada. Al conjunto de Manchester le remontaron un 0-2 para llevarse la victoria, mientras que en Anfield tan solo un milimétrico fuera de juego señalado por el VAR les ha impedido puntuar en un choque donde el líder ha terminado pidiendo la hora.

La maratón de partidos navideños está haciendo mella en todos los equipos. El cansancio se nota y los grandes están ganando sin brillo como ha ocurrido hoy; Manchester City en el Etihad ante un Sheffield United, que no perdía lejos de su estadio desde enero, y el Liverpool en Anfield ante el Wolverhampton. Y aún queda la jornada de Año Nuevo, que se disputará entre el 1 y el 2 de enero antes de ceder el protagonismo a la FA Cup el primer fin de semana del año.

En cuanto a las decepciones de esta primera parte del curso destaca el Arsenal. Los ‘gunners’ prescindieron de Emery debido a la dinámica negativa en la que se sumió el equipo. Pero lo cierto es que ni Ljungberg ni Arteta han conseguido revertir la situación. Bajo la batuta del técnico vasco se han podido vislumbrar brotes verdes en ataque, aunque la fragilidad defensiva está condenando al Arsenal y solo ha sumado un punto en dos partidos.

Claro reflejo de ello es la última derrota por 1-2 ante el Chelsea en el Emirates. Tras una gran primera media hora el Arsenal se ha marchado con ventaja al descanso, pero en el último cuarto de hora un error garrafal de Leno y la falta de contundencia de Mustafi han provocado que los de Lampard remontaran el choque en cuatro minutos aprovechando dos despistes puntuales. Si quiere pelear por entrar en Europa y por algún título vía FA Cup o Europa League el Arsenal deberá de acudir al mercado invernal.

La otra gran decepción ha sido el Everton, pero con la llegada de Ancelotti ha mejorado y aún tiene margen para pelear por entrar en la Europa League y, por qué no, soñar con hacer algo grande en la Copa. En la parte baja, el Watford está pagando la precipitación de haber prescindido demasiado pronto de Javi Gracia, mientras que el Norwich no está consiguiendo acoplarse a la máxima categoría. Aun así, ambos tienen cerca la salvación y la lucha por la permanencia se prevé muy igualada hasta el final entre un grupo de siete u ocho conjuntos.