La UEFA comete el mismo error

Hace poco menos de un año el mundo comenzaba a vivir los primeros pasos de una epidemia que acabaría convirtiéndose en pandemia global y mundial. Una situación sanitaria que generó un colapso social que pronto tuvo consecuencias en ámbitos económicos, políticos, culturales y, además, también futbolísticos.

El calendario se vio paralizado. La situación era de tal gravedad que obligó al fútbol a paralizar prácticamente el cien por cien de sus campeonatos. Tanto a nivel nacional como internacional. No fue un parón total y absoluto (hubo fútbol en algunos países), pero la tendencia fue rotunda. Quizás como un efecto dominó, pero la gran mayoría de torneos fueron paralizados temporalmente.

Sin embargo, la UEFA tuvo un papel fundamental. En el inicio de la pandemia, primero, y cuando las medidas fueron poco a poco menos restrictivas, segundo. 

La UEFA comete el mismo error ahora. Es una realidad. Cuando el coronavirus comenzaba a dar sus primeros pasos serios, el máximo organismo del fútbol europeo siguió permitiendo que se disputaran partidos. Partidos con sus respectivos viajes, con sus respectivos vuelos, sin demasiadas medidas de seguridad ni sanitarias. 

Quizás fruto de la ignorancia que era una tendencia rotunda en todo el mundo. Era una situación nueva para todos y, viéndolo ahora con perspectiva, quizás pueda ser lógico que en aquel momento se 'menospreciara' la situación para intentar que al menos finalizaran las eliminatorias de Octavos de Final. De hecho, se ha llegado a asegurar que aquellos viajes del Valencia a Milán y Atalanta a Valencia (con Bérgamo como gran foco en Europa) o como el del Atlético de Madrid a Liverpool (con primeros casos en Madrid), fueron clave en la expansión de la enfermedad entre países. Pero se paralizó finalmente y aquello quedó en el olvido. La UEFA todavía no ha emitido un comunicado dando explicaciones oficiales, por cierto.

Sin embargo, tras este primer fallo permitiendo la movilidad ante la que se venía (algo excusado, como decimos, por la ignorancia global del problema real), la UEFA fue uno de los primeros organismos que retomó la organización para la reanudación de la temporada. Sería en sedes neutrales, seleccionadas casi 'a dedo' para encontrar escenarios donde la situación sanitaria era más favorable o parecía más controlada. ¿Pensaron en los aficionados? Absoluta y descaradamente no. Lo importante era acabar el torneo. Lo importante era finalizar contratos para ganar todo el dinero firmado y pactado. ¿Importaron los aficionados? No. ¿Importaron los jugadores y profesionales implicados? Poco.

Se maquilló todo con un formato de sedes únicas que, por otro lado, popularmente no fue aceptado mal del todo. Hubo una importante corriente de aficionados que incluso aplaudieron este nuevo escenario recordando el de las 'Final Four' de otros deportes como el baloncesto. Pero la máscara ya había sido quitada. Dinero, negocio, por delante de los aficionados.

Ya habían firmado dos errores. Permitieron el movimiento de equipos y jugadores, con sus aficionados, cuando la pandemia ya era noticia número uno y, luego, se quitaron la careta priorizando de forma rotunda el negocio por delante del resto. El fútbol era la excusa para obtener los ingresos firmados. Ya era una realidad.

Pero ahora vuelve a pasar. Vuelve a ocurrir. Ya no por haber disputado una Fase de Grupos a puerta cerrada, sin aficionados, sin gente, sin ambiente, sin alma. Vuelve a pasar porque la prioridad económica oscurece todo y por ello vemos partidos en países que no corresponden a ninguno de los equipos. Sedes neutrales sin sentido alguno, a cientos de kilómetros de donde se deberían haber disputado. Todo ello para no paralizar el torneo. 

¿Hay una pandemia que sigue generando casos positivos y con millones de fallecidos? No pasa nada. Un Atlético-Chelsea en Bucarest, un Borussia Mönchengladbach-Manchester City y un RB Leipzig-Liverpool en Budapest, un Benfica-Arsenal en Roma, un Real Sociedad-Manchester United en Turín y un Molde-Hoffenheim en Vila-real. ¿Tiene lógica? Ninguna. ¿Es culpa de la UEFA? Al 100% no. Es cierto que los cambios vienen precedidos de las medidas políticas establecidas por los países para evitar viajes desde Reino Unido, principalmente. No es capricho de la UEFA. Pero realizar esos cambios (y ahí el error) es dar por normalizado una situación sanitaria que sigue siendo igual (o peor) que en julio y agosto.

No han aprendido. Cometen de nuevo el mismo error. Ocurre nuevamente el poco ético movimiento de priorizar lo económico a lo deportivo.

Por cierto, ya existen estudios que confirman que el fútbol ha perdido un interés entre los aficionados desde el inicio de la pandemia. Estadios sin aficionados, sin ambiente, con sonidos implantados de videojuegos. Y todo ello sin tener en cuenta la falta total de ética.