Hablemos de la nueva Champions League

Recientemente salían a la luz informaciones sobre los planes de la UEFA para cambiar la Champions League. Ya para empezar, noticia de las grandes. ¿La Champions, la Copa de Europa? ¿En serio? Al parecer, el máximo organismo del fútbol europeo, tras consultar la propuesta de la ECA, podría estar planeando alargar el torneo para, así, explotar comercialmente más el campeonato y, así, obtener más ingresos por club.

Cada equipo podría disputar hasta cuatro partidos más. Si ahora un equipo puede llegar a disputar 13 partidos (6 de Fase de grupos, 2 de Octavos de Final, 2 de Cuartos de Final, 2 de Semifinales y la Final) con este nuevo formato disputaría 4 más y, así, alcanzar los 17 en total. ¿Cómo y cuándo sería? Una posibilidad sería hacer una segunda liguilla tras la Fase de Grupos con 4 partidos más por equipo. Algo así como dos Fases de grupos, en lugar de una. Estos cambios que, insisto, se estarían estudiando, podrían ser oficiales a partir del año 2024 y serían el contraataque de la UEFA ante la amenazante Superliga Europea que algunos de los clubes más imponentes del fútbol europeo estarían planeando en la sombra para explotar comercialmente todavía más sus respectivas arcas.

Por dinero. Por puro dinero. Por negocio. Por puro negocio. No hay más. La dura y triste realidad que ya no tiene caretas. El fútbol ha enloquecido. El dinero ha ganado la batalla en los focos, en los ecos mediáticos más profundos. Y ahora, parece ser, quiere también llegar al torneo más especial del año. Es cierto, tampoco nos engañemos, que la Champions League se ha convertido en un cuento conocido donde siempre acaban actuando los mismos personajes. Sí, la temporada pasada fue algo diferente con el Liverpool campeón, con invitados sorpresa como el Tottenham o Ajax, pero en años anteriores casi sabíamos de memoria que Real Madrid, Barcelona y Bayern de Múnich eran protagonistas omnipresentes. Emoción poca, cada vez menos. Pero estaba bien. Era la Champions. Sus previas en agosto, sus sorteos, sus fases de grupos, sus eliminatorias... Muchos ya sabíamos qué iba a pasar a partir de abril, pero hasta entonces ahí estábamos, pegados al televisor cada martes y miércoles, fieles al torneo, a la copa más especial.

Ahora ya quieren tocar la Champions. Ya ni eso parece que están dispuestos a respetar. Torneos locales disputados a miles de kilómetros de su origen natural. Pretemporadas en otros continentes con horarios raros. Fichajes históricos a nivel económico. Sí, eran las realidades ya asumidas. Pero la Champions es la Champions. El torneo con el que hemos crecido. ¿Quién no recuerda aquella Final de Estambul, aquel gol de Ronaldinho en Stamford Bridge, aquella noche histórica de Ronaldo en Old Trafford? Es 'nuestro' torneo, y ni esto están dispuestos a respetar.

El dinero, el negocio, damas y caballeros. Pero tampoco debemos ser ignorantes de que al final, si ocurre, si se acaba instalando este nuevo formato, acabaremos viéndolo. Pero debo reconocer que seguramente sea por trabajo, más que por interés. El fútbol ha perdido el Norte y nadie sabe hacia donde va. O quizás sí, al dinero, al negocio, aunque no queramos acabar de enterarnos. El fútbol se ha convertido en esos pequeños detalles de gente a quien queremos que nos ponen de los nervios, pero acabamos silenciando, mirando a otro lado, por el cariño innato que sentimos.