El United dice no a Dybala

En Manchester estaba todo preparado: el acuerdo con la Juventus para intercambiar a Lukaku y a Dybala estaba prácticamente cerrado. Incluso el director deportivo ‘bianconero’, Fabio Paratici, se había desplazado a Inglaterra para asegurarse de que todos los detalles estaban correctos. Pero faltaba una cosa muy importante: el sí del futbolista argentino.  

Lo cierto es que todo parecía cuestión de días cuando el número 10 de la Juve adelantó su regreso a Turín para reunirse con Maurizio Sarri y dirigentes del club y recibió la noticia de que a priori no tiene un puesto como titular esta temporada. El delantero aún no ha pasado reconocimiento médico y por supuesto no ha empezado a entrenar, primero tocaba solucionar su posible venta. Así se daba a entender que de la postura inicial de no querer salir del club italiano, poco a poco se habría hacía una nueva aventura en Manchester. 

Y comenzaron las negociaciones entre los agentes de Dybala y los ‘red devils’. ¿Qué pedía el argentino? Un sueldo de 11 millones de euros al año (4 más que el actual) y además habría que pagar las comisiones oportunas para que aterrizase en la Premier. Si esto fuera poco, sus derechos de imagen son gestionados de una manera bastante particular que no convencía del todo al United. Al final, la escasa voluntad del jugador y las trabas burocráticas han acabado por cansar a los dirigentes de los Glazer y han decidido romper las negociaciones. Paulo no irá a Old Trafford. 

Esta novedad cambia bastante los planes del conjunto ingles, que ve como el mercado se cierra el 9 de agosto. Y por tanto si quiere vender a Lukaku y buscar un sustituto se tiene que mover con velocidad. Ahora el mejor situado para la venta del club belga sería el Inter qué habría alzado su oferta económica a cerca 70 millones de euros. Seguramente Marotta piensa que si la Juve no logra comprar a Romelu, entonces vendrán a llamarle por Mauro Icardi completando un efecto dominó de delanteros en el que todavía faltaría situar a Higuaín. Serán días frenéticos en las oficinas del Manchester donde en paralelo se debe estudiar que hacer con el caso Pogba y la incorporación de Milinkovic-Savic como sustituto.