¿El mejor Liverpool de la Historia?

El Liverpool es el equipo de moda. El equipo del año. El más seguido, el más admirado y el más popular del momento. Un club histórico que llevaba décadas dormido de forma preocupante y casi de repente ha resurgido de forma épica de sus cenizas para ser los actuales campeones de Europa, de la Supercopa de Europa, del mundial de clubes y de la Premier League.

Un proyecto fabricado y forjado a medio-largo plazo, sacando a relucir el talonario, y que ahora ha sellado el triunfo ansiado, el tan esperado sabor de la gloria. Fichajes de primer nivel línea por línea, casi de forma esquemática, siguiendo un plan establecido, con la espera necesaria, con los tiempos precisos. Un entrenador carismático que va más allá de su marca personal (imaginad a un Klopp risueño, colega de sus jugadores, pero fracasando). Y el poderío económico e histórico de uno de los clubes más importantes del fútbol.

El conjunto de Anfield ha firmado dos temporadas de auténtica locura en las islas británicas. Si el pasado curso deportivo lo firmaron con una rotunda cifra de 97 puntos que sólo le sirvió para el subcampeonato (quizás los subcampeones más épicos de la Historia) y en la recientemente finalizada, en la que han sido campeones después de 30 años, han sellado el título con nada más y nada menos que 99 puntos. Dos cursos deportivos rozando los 100 puntos. Dos años seguidos firmando cifras astronómicas en materia de puntos. Los Reds han conseguido la respetable y rotunda cifra de 196 puntos de 228 posibles.

Una locura. Una auténtica locura. Cifras históricas que quedan reflejadas a la perfección en cada una de las tomas cinematográficas de su temporada, en cada una de las capturas fotográficas recién reveladas. Un año para la Historia. Un año para el recuerdo. Un recuerdo que quedará imborrable en las retinas de los aficionados conocidos y extraños. Sus títulos, sus estadísticas. Su plantilla, sus jugadores. Su estadio, su Historia.

El Liverpool está viviendo los mejores días de su reciente Historia. Todo brilla, todo reluce, todo son cosas positivas. Incluso a niveles individuales en forma de premios para jugadores y Klopp. Son el equipo de moda, el equipo más seguido, el típico conjunto que marca la diferencia a la hora de decidir cuando coinciden varios encuentros a la misma hora. Y es la consecuencia del trabajo bien hecho, del proyecto masticado lentamente, fabricado paso a paso, degustado bocado a bocado. 

No es casualidad. Ninguna casualidad.